Hot Shots! (1991)

‘Hot Shots!’, la comedia de acción de 1991, es una película que merece ser vista, no tanto por su sofisticación narrativa, sino por su pura y descarada diversión. Liderada por un Ben Stiller en su papel debutante, la película se desvive en un tono exagerado y, a menudo, absurdo, que resulta sorprendentemente efectivo. La premisa - un piloto de la Fuerza Aérea estadounidense, Topo Harley, impulsado por el legado de su padre y una feroz rivalidad con el piloto Kent Gregory - es, en sí misma, un cliché bélico que la película abraza con entusiasmo desenfrenado.

La dirección de Phil Lord y Christopher Kagan es absolutamente crucial para el éxito de la película. No se toman la amenaza nuclear en serio ni la seriedad de la situación, sino que se enfocan en el humor físico y verbal, creando una tensión constante y un caos hilarante. La coreografía de las secuencias de acción es ridícula y exagerada, utilizando efectos especiales de baja calidad que, de alguna manera, contribuyen al encanto cómico. Lord y Kagan dominan el ritmo de la película, manteniendo el humor a flor de piel, incluso en los momentos más tensos. La película demuestra una habilidad notable para equilibrar la parodia militar con situaciones de acción realmente divertidas.

Las actuaciones son, en su mayoría, excelentes. Ben Stiller como Topo Harley es simplemente icónica. Su transformación de un piloto serio y un tanto torpe a un personaje grandilocuente y descaradamente arrogante es brillantemente ejecutada. Además, la química entre Stiller y Charlie Sheen como Kent Gregory es palpable y es uno de los elementos más duraderos de la película. Sin embargo, el personaje de Dan Aykroyd como el general "Mudge" es particularmente memorable, aportando una dosis generosa de comedia con sus diatribas y extravagantes expresiones. Aunque el reparto secundario no brilla con luz propia, cada actor contribuye a la atmósfera general de locura y diversión.

El guion, escrito por Clay Ratcliff y Steve Delsohn, es fundamentalmente una parodia del cine bélico y de las figuras militares. La película se burla de los clichés, la propaganda y el heroísmo exagerado, utilizando un diálogo ingenioso y situaciones absurdas. Si bien la trama puede parecer simplista, el guion ofrece momentos de ingenio y se beneficia enormemente del humor físico y las situaciones cómicas. Es importante recordar que ‘Hot Shots!’ no se toma a sí misma en serio; es una película que busca divertir, y lo logra con una facilidad sorprendente. Su efectividad reside en su capacidad para abrazar la ridiculez y la parodia con tal entusiasmo que termina siendo irresistible. Es una comedia que no se esfuerza por ser profunda ni inteligente, y eso es precisamente lo que la hace tan disfrutable.

Nota: 7/10