Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas (2018)

“Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas” es, en esencia, una película familiar que busca aferrarse a la fórmula exitosa que consolidó a la franquicia. Y aunque cumple su cometido a nivel de entretenimiento superficial, carece de la chispa original que la convirtió en un referente del género en sus primeras entregas. El director, Michael Dougherty, parece haber entendido el principal objetivo: mantener a la audiencia infantil enganchada con la estética divertida y colorida que caracteriza a la saga, pero a costa de profundizar en la narrativa y explorar un desarrollo más complejo de los personajes.

La premisa, un crucero de lujo para Drac y su familia, podría haber sido un vehículo excelente para la comedia y el desarrollo del personaje. Sin embargo, la película se enfoca demasiado en la acción y los efectos especiales, relegando al segundo plano la relación entre Drac y Mavis. Su romanticismo, crucial para la historia, se siente forzado y carente de la sutileza y el matiz que se esperaría. La aparición de Ericka, la capitana, añade una capa de misterio que, aunque prometedora, no se explora completamente, dejando la resolución un tanto apresurada.

Las actuaciones son correctas, con Johnny Depp retomando el papel de Drac con su característico humor y encanto. La química entre Depp y Grace Van Patten, quien interpreta a Mavis, es palpable, pero no suficiente para compensar la dirección del guion. La película se siente un poco vacía en términos de diálogos y situaciones cómicas memorables. La pandilla de monstruos, con su galería de personajes excéntricos, ofrece momentos divertidos, pero muchos de ellos se ven eclipsados por las secuencias de acción y los efectos visuales.

La dirección de arte y la animación son, como siempre en la franquicia, impecables. El diseño de los monstruos es vibrante y original, y la recreación del interior del crucero es impresionante. Sin embargo, la sobreabundancia de efectos especiales, aunque visualmente atractivos, a menudo distraen de la historia y contribuyen a un ritmo desordenado. Hay un esfuerzo evidente por mantener el nivel de fantasía y lo absurdo que ha definido a ‘Hotel Transilvania’, pero la película se siente un poco estirada y carente de ideas frescas. La tensión dramática, presente a lo largo de la trama, se diluye en un exceso de ruido visual.

En definitiva, "Hotel Transilvania 3" ofrece un entretenimiento ligero y superficial, ideal para una noche de cine familiar. Sin embargo, para los fans de la saga que buscan una película con mayor profundidad y una historia más interesante, la decepción puede ser considerable. No es un fracaso, pero tampoco un triunfo.

Nota: 6/10