Howard Lovecraft & the Frozen Kingdom (2016)

“Howard Lovecraft & the Frozen Kingdom” es una propuesta peculiar, un intento de aprovechar la figura del escritor de horror más influyente del siglo XX, pero que, en última instancia, se queda a medio camino entre la curiosidad y la decepción. La película, dirigida por Michael J. Dougherty, se presenta como una mezcla de terror atmosférico, aventura juvenil y un guiño a la mitología lovecraftiana, aunque con resultados desiguales. Dougherty, conocido por su trabajo en “Los Autobús Fantasmas” y “Chronicle”, demuestra un control considerable de la atmósfera opresiva, tejiendo un ambiente de inquietud palpable desde los primeros minutos. La paleta de colores, dominada por tonos fríos y grises, y la banda sonora, que se basa en melodías inquietantes y efectos de sonido perturbadores, contribuyen eficazmente a esta sensación de temor constante.

El guion, sin embargo, es su principal debilidad. Si bien la idea de un Howard Lovecraft joven y lleno de potencial explorando un mundo congelado es atractiva, la ejecución carece de profundidad y originalidad. El ritmo es desigual, alternando momentos de tensión artificial con diálogos planos y expositivos. La historia se siente como una serie de episodios independientes que no se integran plenamente, y la resolución resulta algo apresurada y poco satisfactoria. El uso del Necronomicon como catalizador de la trama se siente, en ocasiones, como una mera formalidad, más conveniente que orgánica.

Las actuaciones son otro punto a tener en cuenta. Ben Odgers, como Howard Lovecraft, ofrece una interpretación convincente, logrando transmitir la mezcla de curiosidad, inteligencia y vulnerabilidad que caracteriza al personaje. Sin embargo, le falta apoyo de un reparto que, en general, carece de la profundidad necesaria para dar vida a los personajes secundarios. La presencia de figuras icónicas del horror, como Yog-Sothoth y Shub-Niggurath, aunque visualmente impresionantes, se utilizan con poca sustancia, reduciendo su impacto narrativo. El film se centra demasiado en la acción y la aventura, relegando la exploración de los temas más complejos que podrían haber derivado de la interacción con el mundo amorfa.

No obstante, “Howard Lovecraft & the Frozen Kingdom” posee un valor añadido: su fidelidad a la obra original. El filme se esfuerza por respetar la mitología lovecraftiana, presentando criaturas grotescas y escenarios desoladores que evocan la atmósfera de horror cósmico de los relatos del escritor. Dougherty, aunque no logra crear una obra maestra, demuestra un respeto por el legado de Lovecraft y una ambición clara. El resultado final es una película interesante para los fans de la obra del autor, aunque no para el público general, que podría sentirse abrumado por su tono oscuro y su falta de desarrollo narrativo. La película es un experimento, un intento de revitalizar la figura de Lovecraft para una nueva generación, y aunque no alcanza la excelencia, merece una oportunidad para aquellos dispuestos a aceptar sus limitaciones.

Nota: 6/10