Huida A Medianoche (1988)

“Huida A Medianoche” (Midnight Run) es, en su esencia, una comedia de acción con un peso considerable de intriga y una pizca de elegancia criminal. La película, dirigida con habilidad por Martin Brest, no se queda en la superficie de la premisa: un ex-policía retirado, Danny Hartigan (Kevin Costner), es contratado para atrapar a un contable corrupto, pero se encuentra en una competencia inesperada con otro cazador de recompensas, el implacable y maquiavélico Jack (Robert Deniro). Brest logra construir una tensión palpable desde el inicio, no a través de bombazos espectaculares, sino a través de la meticulosa planificación y la constante sensación de que algo podría salir mal en cualquier momento. Su dirección es un estudio en la sutileza, observando cómo la paranoia y el deseo de sobrevivir carbean la dinámica entre los personajes.

La película se beneficia enormemente de las interpretaciones de sus protagonistas. Kevin Costner, en un papel que se aleja significativamente de sus roles más heroicos, ofrece una interpretación magistral de Danny Hartigan: un hombre desilusionado, consumido por su pasado y luchando por encontrar su lugar en el mundo. Su actuación es equilibrada, transmitiendo tanto la vulnerabilidad como la determinación de un hombre que se encuentra en un juego peligroso. Robert Deniro, por su parte, se eleva por encima de la estereotípica representación del villano despiadado. Su Jack es complejo, inteligente y, de alguna manera, hasta comprensible. Tiene un código ético retorcido, y sus motivaciones, aunque criminales, no son del todo irreales. La química entre Costner y Deniro es excepcional; sus diálogos, a menudo ingeniosos y cargados de sarcasmo, son el corazón de la película.

El guion, co-escrito por Martin Brest y Bill Lancaster, es uno de los puntos fuertes de la película. No se basa en clichés ni en simplismos. Explora temas como la redención, el perdón y la búsqueda de la identidad, a través de una trama que es sorprendentemente innovadora para su época. La película evita caer en la acción desenfrenada, priorizando el desarrollo de los personajes y la construcción de la tensión narrativa. Los giros argumentales son bien trabajados y mantienen al espectador enganchado hasta el final. Se aprecia la atención al detalle en la descripción de los escenarios y la creación de una atmósfera de suspense constante. La película ofrece un retrato de la mafia italiana en Nueva York que, si bien no es exhaustivo, resulta creíble y absorbente.

“Huida A Medianoche” no es simplemente un thriller de persecución. Es una película sobre la conexión humana, el arrepentimiento y la lucha por una segunda oportunidad. A pesar de su premisa de acción, la película se centra en los personajes y sus conflictos internos. Es una pieza cinematográfica inteligente y entretenida, que perdura en la memoria por su guion bien construido, las interpretaciones sólidas y la atmósfera de suspense que la envuelve. Una joya de la comedia de acción de los 80, que sigue siendo recomendable hoy en día.

Nota: 8/10