Hurricane Season (2009)

“Hurricane Season” es una película que no busca el espectáculo hollywoodiense, sino que se sumerge con una profundidad conmovedora en el dolor y la resiliencia de una comunidad golpeada por la devastación. La película, dirigida por el aclamado Jeff Nichols, no glorifica el desastre natural, sino que lo utiliza como telón de fondo para contar una historia humana y, sobre todo, de perseverancia. La película se centra en Al Collins (Ejidie Harris), un entrenador de baloncesto de Marrero, Luisiana, quien, después del huracán Katrina, se propone construir un equipo para los playoffs estatales. Este objetivo, aparentemente modesto, se convierte en un símbolo de esperanza y una forma de reconstruir la comunidad.

Nichols no se limita a mostrar la catástrofe. Muestra el día a día de las familias afectadas, la lucha por encontrar alimentos, agua y refugio. Lo que más destaca de la dirección es su naturalidad, su honestidad brutal. El ritmo es pausado, casi contemplativo, permitiendo que la angustia y la desesperación se transmitan de manera implícita. Las tomas son largas, las miradas expresivas, y la banda sonora, sutil pero poderosa, complementa perfectamente la atmósfera de abandono y anhelo. El uso de la luz y la sombra, especialmente durante las escenas nocturnas, contribuye a la sensación de oscuridad y desesperación que impregna la película.

Las actuaciones son excepcionales. Ejidie Harris encarna a Al Collins con una mezcla de cansancio, determinación y vulnerabilidad que es profundamente creíble. No es un héroe tradicional; es un hombre normal que, en medio del caos, encuentra un propósito. El resto del elenco, compuesto por jóvenes actores locales, también ofrece interpretaciones sólidas. Particularmente memorable es la actuación de Benjamin Barker como Caleb, un joven que ha perdido todo y busca en el baloncesto una forma de recuperar el control de su vida. Las interpretaciones son auténticas, sin artificios, lo que hace que la conexión emocional con los personajes sea más potente.

El guion, adaptado de un artículo de Bryan Rollins por The New York Times, es inteligente y evita la sentimentalidad fácil. Las conversaciones entre los personajes son honestas y reveladoras, abordando temas como la pérdida, la familia y la importancia de la comunidad. La película no ofrece respuestas fáciles; simplemente plantea preguntas sobre la naturaleza humana y la capacidad de superación. El guion se beneficia de su enfoque realista y de su capacidad para mostrar las consecuencias a largo plazo del desastre. El conflicto no reside en un antagonista evidente, sino en la lucha interna de cada personaje por encontrar un camino a seguir.

“Hurricane Season” es una película difícil de ver, pero profundamente gratificante. No es una historia de superhéroes, sino de gente ordinaria que, tras la tragedia, se aferra a la esperanza y a la posibilidad de un futuro mejor. Es una película que te obliga a reflexionar sobre la importancia de la comunidad y la resiliencia del espíritu humano. Se trata de un film que te permanece en la memoria, no por su espectacularidad, sino por su honestidad y su conmovedora representación de la realidad.

Nota: 8/10