Hypnotic (2023)

“Hypnotic” es una propuesta visualmente deslumbrante, pero que, en última instancia, se siente un poco vacía bajo la superficie de su complejidad. Ben Affleck, en un papel que requiere una mezcla de dureza emocional y vulnerabilidad, interpreta a Danny Rourke, un detective atormentado por la desaparición de su hija, y la película se centra en su implacable búsqueda. Affleck ofrece una actuación sólida, mostrando la frustración y la desesperación de un hombre que ha perdido todo, pero la película, lamentablemente, no le brinda el espacio dramático suficiente para realmente explotar el peso de su situación.

La dirección de Denis Villeneuve es, sin duda, el punto fuerte de la película. Villeneuve, conocido por su estilo contemplativo y su meticuloso detalle, construye una atmósfera densa y onírica desde los primeros minutos. La fotografía de Bradford Young es exquisita, jugando con la luz y la sombra para crear imágenes que a menudo se inclinan hacia lo surrealista. La película utiliza la luz de manera magistral, reflejando el estado mental turbulento de Rourke y la naturaleza inestable de la realidad en la que se mueve. Los flashbacks y las secuencias de ensueño son particularmente efectivos, contribuyendo a la sensación de que la línea entre la verdad y la ilusión se difumina constantemente.

Sin embargo, el guion de Michael Brandt y Cormac McCarthy, aunque intrincado y plagado de ideas complejas, es donde la película empieza a desmoronarse. La premisa inicial –un detective investigando asaltos que desafían la física y la lógica– es prometedora, pero se pierde en un laberinto de conceptos abstractos y motivaciones poco claras. La aparición de Diana Cruz, interpretada por Stephanie Beatriz, como una vidente con habilidades precognitivas, introduce elementos que, aunque visualmente interesantes, no se integran completamente en la trama principal. El espectro letal, un personaje omnipresente y amenazante, funciona más como un recurso estilístico que como un antagonista verdaderamente desarrollado. La película se aferra demasiado a la construcción de la tensión, a menudo a costa del ritmo y de la claridad narrativa.

A pesar de sus fallos, “Hypnotic” posee momentos de brillantez y una banda sonora inquietante que permanece en la memoria. La película explora temas de culpa, trauma y la fragilidad de la realidad, pero no logra profundizar en ellos de una manera significativa. El final, aunque contemplativo, se siente abrupto y no ofrece las respuestas que el espectador anhela. Es una experiencia visualmente impresionante, pero emocionalmente distante, que deja una sensación de incompletitud.

Nota: 6/10