Ice Age 3: El origen de los dinosaurios (2009)

“Ice Age 3: El Origen de los Dinosaurios” es, en esencia, una película familiar que intenta equilibrar la nostalgia por las entregas anteriores con la introducción de un elemento novedoso y considerablemente disruptivo: los dinosaurios. Como crítica de cine, me encuentro en una encrucijada: es un esfuerzo decente, que cumple su función principal de entretener a un público infantil, pero carece de la profundidad y la sofisticación que se esperaban de una secuela tan ambiciosa. La película se centra en un drama familiar extendido, con Manny y Ellie a punto de convertirse en padres y Sid, el perezoso, inesperadamente convirtiéndose en el padre de una camada de dinosaurios. Esta nueva dinámica aporta cierta comicidad, pero también diluye la esencia de la película original.

La dirección de Michael Anderson es funcional, evitando los excesos visuales que a veces caracterizaron a las películas de animación de DreamWorks. Se enfoca en la acción y en las relaciones entre los personajes, lo cual es positivo. Sin embargo, el ritmo es irregular. Hay momentos de gran emoción, especialmente cuando Manny y Ellie se enfrentan a las presiones de la paternidad, y otros en los que la comedia resulta un poco forzada y predecible. La coreografía de las persecuciones con los dinosaurios, aunque colorida y espectacular, se siente un poco sacada de un catálogo de efectos especiales, más que construida orgánicamente en la narrativa.

Las actuaciones vocales son, en general, sólidas. Chris Pratt continúa aportando su característico humor a Diego, pero la película le otorga menos protagonismo que en las entregas anteriores. Ray Romano y Bonnie Hunt, como Manny y Ellie, ofrecen un buen trabajo, pero sus personajes se ven a veces eclipsados por el nuevo foco de atención, los dinosaurios. Denis Leary, como Sid, es la joya de la corona, su interpretación es particularmente divertida y, sorprendentemente, aporta un toque de madurez al personaje. Su evolución, a pesar del cliché del "perezoso que se convierte en héroe", es, en última instancia, la más gratificante del filme.

La historia, en sí misma, no es particularmente original. La trama sobre los dinosaurios y la inevitable amenaza que representan es cliché y, a menudo, se siente como una excusa para la acción. El guion no profundiza en las motivaciones de los personajes ni explora temas complejos. Si bien hay momentos de ternura y afecto entre los miembros de la familia, la película se limita a ofrecer un entretenimiento ligero y superficial. La resolución, aunque satisfactoria, carece de la épica que se podría haber logrado considerando el contexto de la amenaza prehistórica. En definitiva, “Ice Age 3” es una película adecuada para una tarde familiar, pero no destaca significativamente en la historia del cine animado.

Nota: 6/10