Imaginary (2024)

“Imaginary” no es precisamente una nueva ola de terror psicológico, pero sí consigue una atmósfera de inquietud y desasosiego que se va cocinando lentamente, convirtiéndose en una experiencia notablemente perturbadora. La película, dirigida por la dupla nativa de Argentina, Brandon Cronenberg y Ariela Seull, logra construir un ambiente opresivo desde el principio, aprovechando la casa de la infancia de Jessica (DeWanda Wise) como un caldo de cultivo para el miedo y la paranoia. La casa en sí misma es un personaje, un lugar lleno de secretos y sombras que se manifiestan a través de la mirada infantil de Alice (Pyper Braun).

La película juega magistralmente con la percepción de la realidad. Lo que inicialmente parece una relación inocente entre una niña y un oso de peluche, se teje progresivamente como una amenaza latente. La dirección de Cronenberg y Seull es muy particular: las tomas son estilizadas, con ángulos extraños y movimientos de cámara deliberadamente desconcertantes. Esta estética, que recuerda a obras como “Eraserhead” de David Lynch, contribuye enormemente a la sensación de que algo no está del todo bien, que la realidad misma se está distorsionando. El uso del color es sutil pero efectivo, con predominio de tonos apagados y grises que refuerzan la atmósfera de melancolía y desesperación.

El punto fuerte de la película reside en las actuaciones de Wise y Braun. DeWanda Wise ofrece una interpretación particularmente convincente como una mujer a la que le cuesta comprender la situación y, a su vez, conectar con su hijastra. La ansiedad y el miedo que transfiguran su rostro, la desesperación que la consume al tratar de proteger a Alice, son palpables. Pyper Braun, en cambio, entrega una actuación que supera con creces sus años. Su interpretación como Alice es sutil pero poderosa, transmitiendo la confusión, el terror y la creciente influencia de Chauncey de una manera increíblemente creíble. Se ve una vulnerabilidad genuina y un poder infantil inquietante al mismo tiempo.

Sin embargo, el guion, aunque efectivo en la creación de atmósfera, podría haber sido más profundo en términos de desarrollo de personajes y exploración de la temática del trauma infantil. Algunas secuencias, por su naturaleza estilizada, se sienten un tanto forzadas y podrían haber beneficiado de una mayor claridad narrativa. Además, la resolución, si se puede llamar así, es abrupta y podría haber sido más elaborada para dejar una impresión más duradera. Si bien el enfoque en el horror psicológico es interesante, la película a veces sacrifica el desarrollo de un argumento sólido por la experimentación visual.

A pesar de estas leves imperfecciones, "Imaginary" es una película que se queda en la mente mucho después de que termina. Es un estudio de personajes inquietante, una exploración del miedo y la percepción, y un ejercicio visualmente impactante. Si buscas una experiencia de terror diferente, con un tono más introspectivo y atmosférico, esta película te recomendaría echarle un vistazo.

Nota: 7/10