Imaginur (2023)

“Imaginur” es una propuesta cinematográfica que se atreve a desafiar las convenciones del género fantástico, ofreciendo una experiencia visualmente impactante y a la vez, profundamente inquietante. El director, Ken Yasuki, logra construir una atmósfera de constante suspense, una sensación de que la realidad misma se está desmoronando bajo la mirada del espectador, y esta, en mi opinión, es su mayor logro.

La película nos presenta a Beto Kusyairy, interpretado con una sensibilidad notable por Afdlin Shauki. Su personaje, un hombre cuya vida ha tomado un giro dramático y devastador, personifica la desesperación y el anhelo de recuperar el control. Shauki ofrece una actuación convincente, transmitiendo con maestría la fragilidad emocional de su personaje y la necesidad urgente de encontrar un camino hacia la normalidad. Su evolución a lo largo de la trama es sutil pero efectiva, lo que le otorga una resonancia personal y hace que la empatía del espectador sea palpable.

Sin embargo, la película no se limita a la historia de Beto. La aparición de Diana Danielle como la chica de sus sueños es el detonante de una serie de eventos surrealistas que mantienen al espectador en vilo. La química entre ambos actores es evidente, aunque la relación se presenta de una manera ambigua y cargada de misterio. La introducción de Nadiya Nisaa, con su papel clave para desvelar los secretos del pasado, añade una capa extra de intriga y complejidad a la trama. Su contribución es crucial para entender la verdadera naturaleza del juego que se está desarrollando y la responsabilidad que cada personaje tiene en él.

La dirección artística de la película es excepcional. La utilización de efectos visuales, aunque no excesivos, son elegantes y funcionales, contribuyendo a la creación de una realidad alternativa que se siente tangible. Las escenas oníricas, especialmente aquellas que involucran transiciones entre la realidad y el sueño, están meticulosamente coreografiadas y crean una sensación de desorientación que se alinea perfectamente con la trama. El diseño de sonido, por su parte, juega un papel fundamental en la atmósfera inquietante de la película, empleando un sinfonía de sonidos inesperados y perturbadores para intensificar la sensación de incertidumbre.

No obstante, la película no está exenta de debilidades. El guion, en algunos momentos, se vuelve un poco receloso, explicando demasiado directamente los elementos del juego y, por ende, disminuyendo el impacto de la sorpresa. Algunas tramas secundarias, aunque interesantes, podrían haberse desarrollado con mayor profundidad. Sin embargo, estas pequeñas imperfecciones no empañan la experiencia global. “Imaginur” es una película que recompensa la atención del espectador, invitándolo a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad, la fragilidad de la memoria y la fuerza de los deseos. Es una propuesta audaz y provocadora que deja una impresión duradera.

Nota: 7/10