In the Summers (2024)

“In the Summers” es una película que se ancla en la memoria, que resuena con una melancolía sutil pero profundamente efectiva. Dirigida por Alessandra Lacorazza, y con una interpretación particularmente conmovedora de Residente, la película no busca grandes espectáculos ni emociones desbordantes. En cambio, se centra en la lenta y dolorosa reconstrucción de un vínculo familiar, un proceso que se ve obstaculizado por la distancia física y emocional, y por los fantasmas del pasado. La película es, en esencia, un retrato de la incomunicación y las dificultades inherentes a intentar reparar relaciones rotas.

La historia, que se desarrolla a lo largo de varios veranos, nos presenta a un padre (interpretado por Residente) que, atormentado por sus demonios personales, intenta desesperadamente recuperar la conexión con sus dos hijas. Su lucha es tangible, se percibe en cada mirada, en cada frase vacilante, en cada intento fallido de crear momentos de felicidad. Residente, como suele ser habitual en su trabajo, ofrece una actuación increíblemente honesta y vulnerable, dejando ver una fragilidad y un dolor que son, a la vez, inquietantes y cautivadores. Su presencia en la pantalla es fundamental, ya que transmite de forma natural la complejidad de un hombre que anhela el amor y la aceptación, pero que no sabe cómo alcanzarlo. Las actrices que interpretan a las hijas también realizan un trabajo excelente, capturando con precisión las frustraciones y la desconfianza que sienten hacia su padre.

La dirección de Lacorazza es notable por su capacidad para construir atmósferas densas y evocadoras. La película se desarrolla en un entorno rural, con paisajes abiertos que contrastan con la claustrofobia emocional de los personajes. La fotografía, cuidada y con un uso sutil del color, contribuye a este efecto, acentuando la sensación de soledad y aislamiento. El ritmo es pausado, deliberado, lo que permite al espectador sumergirse en el proceso emocional de los personajes y reflexionar sobre las dinámicas familiares. Sin embargo, a veces la lentitud puede sentirse un poco agotadora, especialmente durante las escenas que no aportan información concreta.

El guion, aunque no es excesivamente complejo, logra transmitir la esencia de la historia con elegancia. Se evita la melodramatización y se centra en la representación realista de las relaciones familiares. Las conversaciones son naturales y creíbles, y los diálogos, aunque a menudo tensos y dolorosos, son honestos y significativos. La película no busca ofrecer soluciones fáciles o respuestas definitivas; en cambio, explora la complejidad de las relaciones humanas, mostrando que la curación es un proceso largo y arduo, que requiere tiempo, paciencia y, sobre todo, la voluntad de enfrentarse a las propias heridas. La película consigue, en gran medida, que el espectador se identifique con los personajes y con sus luchas. La película, en definitiva, es un estudio sobre el peso de los recuerdos y la dificultad de superar el pasado.

Nota: 7.5/10