In Time (2011)

“In Time” es una película que, a pesar de su premisa audaz y sorprendentemente oportuna, no logra alcanzar la gloria que su concepto merecía. La cinta, dirigida por Sean Bailey, se erige como una distopía futurista que, si bien inicia con fuerza, termina siendo algo frustrante en su ejecución. La idea de convertir el tiempo en moneda y la consecuente estratificación social es provocadora y, a día de hoy, hasta alarmantemente relevante, reflejando con crudeza nuestras propias preocupaciones sobre el consumo, la desigualdad y la fugacidad de la vida. Sin embargo, el guion, aunque original, se ve obstaculizado por un ritmo irregular y ciertas decisiones narrativas cuestionables.

La dirección de Bailey no es especialmente llamativa, se centra en la construcción del mundo y en la creación de la atmósfera, pero carece de la audacia visual que podría haber elevado la película. Hay momentos de tensión, sí, pero la película se siente a veces como si se apresurara en su desarrollo, omitiendo momentos cruciales que hubieran profundizado en la complejidad moral de los personajes y en las implicaciones sociales de su sociedad. El uso del blanco y negro, asociado a los ricos y al poder, contrasta con el gris de los pobres, es visualmente efectivo, pero a veces se vuelve repetitivo y poco inspirador.

Las actuaciones son un punto fuerte de la película. Justin Timberlake, en un papel que le permite mostrar su versatilidad, entrega una interpretación convincente como Will Salas, el protagonista, un hombre que se ve obligado a luchar por cada minuto. Ciara, como Sylvia, su novia, ofrece una química palpable con Timberlake, complementando su interpretación con una fuerza y una determinación admirables. La interpretación de Ed Helms, como el policía corrupto y obsesionado con el control del tiempo, es particularmente memorable, mostrando un descenso gradual a la locura y al extremismo. Los antagonistas, bien definidos y sin redención, son el motor de la trama y ofrecen un contraste interesante con la lucha de Will por la supervivencia.

Sin embargo, el guion, aunque inteligente en su concepción, presenta algunas fallas. El final, deliberadamente abrupto, se siente incompleto y un poco forzado, dejando demasiadas preguntas sin respuesta y sin ofrecer una resolución satisfactoria. Además, la película se sobreentiende en exceso, relying demasiado en la idea principal para transmitir sus mensajes, y a veces sacrificando la sutileza por el impacto inmediato. La crítica social, aunque presente, se siente un poco superficial, tratando de exponer las injusticias de la sociedad a través de la historia de un individuo, en lugar de profundizar en las causas estructurales del problema. La película puede ser entretenida, pero no impactante, y carece de la profundidad y el matiz que permitirían una reflexión más elaborada sobre los temas que plantea.

Nota: 6.5/10