Incompatibles (2012)

“Incompatibles” es, sin duda, una de las sorpresas más gratificantes del año. La película, dirigida por Jacques Levy, no intenta revolucionar el género de detectives, pero lo que logra es ofrecer una comedia negra inteligente y sorprendentemente humana, construida sobre la improbable – y muy divertida – asociación entre dos hombres radicalmente diferentes. La premisa, un asesinato en el mundo de las altas finanzas y la intervención de un inspector de París, puede sonar a cliché, pero Levy y su equipo, gracias a un guion tenaz y diálogos afilados, lo desmantelan con maestría.

Laurent Lafitte, como el capitán de la brigada criminal, es simplemente excepcional. Su personaje, Capitán Dubois, es un hombre profundamente arraigado en sus costumbres y prejuicios, un oficial de policía con una visión del mundo muy particular. Lafitte, con su inconfundible timidez y su lenguaje lleno de expresiones coloquiales parisinas, aporta una autenticidad y una vulnerabilidad que hacen que su personaje sea irresistible. Omar Sy, por su parte, como el inspector Diop, ofrece una interpretación igualmente brillante. La química entre ambos actores es palpable, y sus diálogos, a menudo tensos y llenos de sarcasmo, son el corazón de la película. La relación entre Dubois y Diop se desarrolla de una manera natural y creíble, pasando de la desconfianza mutua al respeto, y finalmente a una especie de amistad improbable, que es el motor de toda la trama. Se nota que la dirección ha priorizado la construcción de la relación entre los personajes, dejando de lado la necesidad de explicitar todos los detalles de la investigación.

La película no se aferra a la espectacularidad. La trama, aunque intrigante, se construye a través de las conversaciones y las observaciones de los protagonistas. La dirección visual es discreta, pero efectiva, utilizando la belleza de París como telón de fondo sin sobrecargar la narrativa. El vestuario, la música y la ambientación contribuyen a crear una atmósfera inquietante y melancólica. Es importante destacar la habilidad de Levy para evadir la necesidad de justificaciones excesivas. La película no necesita explicas cada paso del investigador, permitiendo que el espectador llegue a sus propias conclusiones, lo que añade una capa de complejidad a la trama.

Además, la película aborda temas relevantes como la discriminación racial, la desigualdad social y la corrupción en el mundo de los negocios. Estos elementos se integran de forma sutil y natural en la historia, sin caer en la moralización superficial. La película no simplifica los problemas, sino que los presenta desde la perspectiva de dos personajes que, a pesar de sus diferencias, comparten una visión compartida de la injusticia. La película, en definitiva, ofrece un relato sobre la importancia de escuchar y comprender a aquellos que son diferentes, incluso si esas diferencias nos parecen imposibles de superar. El final, aunque abierto, es perfecto para dejar al espectador reflexionando sobre los personajes y su experiencia.

Nota: 8/10