Increíble pero falso (2009)

“Increíble pero falso” (Increíblemente Falso) es una propuesta cinematográfica que, en principio, parece una premisa irresistible: un mundo donde la mentira es impensable. Sin embargo, la ejecución de esta idea, llevada a cabo por el director Michael Winterbottom, resulta ser tanto fascinante como frustrante, ofreciendo momentos brillantes pero también experimentando una cierta falta de cohesión. La película, que se presenta como un thriller de ciencia ficción con un componente satírico, explora las implicaciones sociales y psicológicas de la ausencia de la mentira, dejando al espectador con preguntas inquietantes sobre la naturaleza de la verdad y la importancia de la ilusión.

La dirección de Winterbottom, siempre marcada por su estilo de cámara inmersivo, aquí se ve potenciada por la necesidad de mostrar un mundo aparentemente perfecto, donde cada acción y cada palabra son transmitidas con una fidelidad absoluta. La estética visual, limpia y austera, contribuye a la sensación de artificialidad que la película intenta transmitir. Sin embargo, a veces, este estilo documental se extiende hasta el punto de resultar abrumador, limitando el dinamismo de la narrativa y restando interés a algunos momentos clave. A pesar de ello, se aprecia un trabajo metódico en la recreación de este mundo particular, centrándose en la normalización de la transparencia, hasta el punto de resultar inquietante.

El actor Ewan McGregor, en el papel de Mark Bellison, ofrece una actuación sorprendentemente convincente. Demuestra una vulnerabilidad y un matiz de desesperación que contrastan con la fachada de perdedor que inicialmente presenta. Su evolución, a medida que aprende a manipular la verdad para su propio beneficio, es sutil pero efectiva. McGregor consigue transmitir la torpeza y la ambición de Mark de forma creíble, y lo que es más importante, genera una conexión genuina con el espectador. La compañía de Paul Bettany como el director de seguridad, un personaje aparentemente absurdo pero fundamental para el desarrollo de la trama, añade un extra de humor y complejidad al reparto.

El guion, escrito por James Jagger y Michael Winterbottom, es, sin duda, el punto más débil de la película. Si bien la idea central es original, la trama se desarrolla de una manera que a veces se siente un poco apresurada y carente de profundidad. Las motivaciones de los personajes a menudo no se explican completamente, y algunos giros argumentales se sienten forzados. A pesar de esto, la película plantea cuestiones éticas importantes sobre la manipulación, el poder y la influencia de la verdad en la sociedad. La exploración de la psicología del protagonista, a medida que descubre el valor de la mentira para su beneficio personal, es lo que realmente justifica la inversión del tiempo.

En definitiva, "Increíble pero falso" es una película peculiar, que logra generar interés gracias a su premisa y a la actuación de Ewan McGregor. Aunque el guion presenta algunas fallas, la película invita a la reflexión sobre la naturaleza de la verdad y la importancia de la ilusión. Es una obra que no dejará indiferente al espectador y que, sin duda, generará debate.

Nota: 7/10