Infierno en el Amazonas (1985)

“Infierno en el Amazonas” es una película que te atrapa desde el primer instante, no tanto por su originalidad narrativa, sino por la visceralidad de su puesta en escena y la forma en que te sumerge en la atmósfera opresiva de la selva colombiana. La película, dirigida por Terry Gilliam, con una dirección de fotografía impresionante por parte de Roger Deakins, se distancia de las convenciones del thriller y se convierte en una experiencia cinematográfica cruda, a veces incómoda, pero siempre cautivadora.

La trama, aunque simple en su base, se despliega con una lentitud deliberada que, si bien puede frustrar a algunos espectadores acostumbrados a la acción desenfrenada, permite construir una tensión palpable. Dos periodistas, Hank y Molly, interpretados por Rodrigo Santoro y Melissa Leo, se adentran en la Amazonía colombiana en busca de un reportaje sobre el contrabando de cocaína. Sin embargo, su investigación los lleva a descubrir una red criminal mucho más oscura y peligrosa de la que podían imaginar. Lo que comienza como una expedición periodística se transforma en una lucha por la supervivencia contra una organización despiadada, donde la moralidad es difusa y la violencia es brutal e implacable.

La dirección de Gilliam es, como es habitual en su filmografía, peculiar y visionaria. Evita los clichés del género y se centra en la representación de un entorno natural implacable, donde la selva es un personaje en sí misma, amenazante y omnipresente. La cinematografía de Deakins es excepcional; las imágenes son espectaculares, con una paleta de colores saturados que transmiten tanto la belleza exuberante de la Amazonía como su peligro latente. La fotografía utiliza la luz y la sombra de forma magistral para crear una atmósfera de constante suspense.

Las actuaciones son sólidas, con un Santoro mostrando su capacidad para el drama y la vulnerabilidad, y una Leo, particularmente, que ofrece una interpretación contundente de una mujer endurecida por la vida. Sin embargo, el reparto secundario, compuesto por actores locales, a veces se siente un tanto desatendido, lo que afecta ligeramente la credibilidad de algunos momentos. No obstante, la química entre los protagonistas es palpable, contribuyendo a la intensidad emocional de la historia. El guion, en general, es sólido, aunque carece de profundidad en la exploración de las motivaciones de los personajes y las implicaciones políticas de la situación. Se enfoca más en la acción y el thriller en su forma más pura, aunque se permite algunos momentos de reflexión sobre la naturaleza humana.

En definitiva, “Infierno en el Amazonas” es una película que, aunque no sea un hito en el género del thriller, ofrece una experiencia cinematográfica única. Es una película que exige la atención del espectador, que no se disculpa de su crudeza y que, en última instancia, te deja pensando en la fragilidad de la vida y en los horrores que acechan en rincones olvidados del mundo. Es una película que, a pesar de sus fallos, merece la pena ser vista por su valor estético y por la intensidad de su atmósfera.

Nota: 7/10