Infiltrados en la universidad (2014)

“Infiltrados en la universidad” no representa una revolución cinematográfica, pero sí un refrescante retorno para aquellos que disfrutaron de la dinámica entre Will Ferrell y Danny DeVito en la saga “Jump Street”. La película, en esencia, es un guiño directo a los clásicos del género de comedia y espionaje, apostando por la familiaridad del formato para atraer al público sin pretender ser algo que no es.

La dirección de Phil Lord y Christopher Miller, a cargo de la franquicia, es segura y funcional. Logran mantener el ritmo rápido y la comedia absurda que caracterizan la saga, priorizando el entretenimiento por encima de la profundidad narrativa. El enfoque está en el disfrute inmediato, y en ese sentido, la película cumple su cometido. Sin embargo, a veces se siente un tanto superficial, evitando explorar las complejidades de las situaciones en las que se ven envueltos los protagonistas. La trama, centrada en la lucha contra una organización de adictos universitarios, es bastante predecible, aunque el desarrollo de las situaciones cómicas es, en su mayoría, efectivo. La película evita las trampas típicas de las comedias universitarias, ofreciendo un tono menos caricaturesco y más realista en algunos momentos, aunque a costa de perder parte del humor más escandaloso.

Las actuaciones son, sin duda, un punto fuerte. Will Ferrell y Danny DeVito, una vez más, demuestran una química innegable y un dominio absoluto de la comedia física y verbal. Ferrell, en particular, muestra una evolución interesante en su personaje de Jack Huyler, incorporando matices a su caracterización. DeVito, como siempre, aporta la sabiduría y el sarcasmo que equilibran a su compañero. Las secundarias, como Sean Patrick Thomas y Alexa Daddario, también ofrecen contribuciones sólidas, aunque sus roles se limitan a proporcionar el contrapunto cómico y el interés romántico.

El guion, a pesar de la calidad de las actuaciones, carece de algunas complejidades que podrían haber enriquecido la historia. Las situaciones se desarrollan con facilidad, a veces hasta el punto de resultar un poco forzadas. Aunque la comedia es el elemento central, habría sido beneficioso profundizar en los personajes secundarios y explorar las consecuencias emocionales de las acciones de Jack y Jake. La película no se atreve a desafiar las convenciones del género, sino que se limita a replicarlas con una dosis extra de slapstick. No obstante, es una comedia ligera y entretenida, perfecta para una noche de cine en familia o para desconectar del estrés diario. El humor funciona, sobre todo gracias a la dinámica entre los protagonistas, y la película consigue evocar las nostalgias de las primeras "Jump Street".

Nota: 6.5/10