Inocencia rebelde (Lawn Dogs) (1997)

“Inocencia rebelde (Lawn Dogs)” es, en su esencia, una historia sobre la búsqueda de conexión en un mundo donde la nostalgia por la infancia y la presión social se entrelazan de maneras a menudo dolorosas. La película, dirigida por el dúo de hermanos, Josh y Ethan Mundy, no busca romper moldes ni ofrecer una revolución cinematográfica, pero sí logra un retrato honesto y con matices de la vida en un suburbio americano, donde las apariencias engañan y las amistades nacen de lugares inesperados.

La película se centra en la relación entre Daisy, interpretada con una vulnerabilidad palpable por Saoirse Ronan, y Cole, el joven jardinero interpretado por Timothée Chalamet. Ronan, una actriz con un talento innegable, ofrece una actuación silenciosa pero poderosa. La mirada de Daisy, llena de una melancolía infantil, es la protagonista de la narrativa, transmitiendo una profunda sensación de soledad y anhelo de compañía. Chalamet, por su parte, aporta una madurez sorprendente a su personaje, mostrando una sensibilidad y un cierto cansancio que contrastan con la juventud aparente. La química entre ambos es el corazón de la película, y logran establecer una conexión que se siente genuina, creíble y conmovedora. La dirección de los hermanos Mundy se centra en construir un ambiente denso y realista, utilizando la fotografía en tonos apagados para reflejar la atmósfera opresiva del barrio, donde la vigilancia y la desconfianza son constantes.

El guion, aunque no destaca por su complejidad o originalidad narrativa, es sólido y se centra en la construcción de personajes y en la exploración de temas como la desigualdad social, la pérdida de la inocencia y el peso de las expectativas familiares. Hay momentos de humor sutil y situaciones cómicas, pero la película no se ríe de la injusticia social, sino que la presenta como un factor determinante en la vida de sus personajes. La trama avanza a un ritmo pausado, permitiendo que el espectador se sumerga en la cotidianidad del barrio y en las preocupaciones de Daisy y Cole. Sin embargo, el guion podría haber profundizado más en el trasfondo de los personajes, especialmente en el de los padres de Daisy, quienes aparecen como figuras autoritarias pero no completamente desarrolladas. No obstante, el final, aunque algo abrupto, ofrece una resolución satisfecha y esperanzadora, centrada en la fuerza de la amistad y la posibilidad de escapar de las limitaciones impuestas por el entorno.

A pesar de sus limitaciones, “Inocencia rebelde (Lawn Dogs)” es una película que cala en el corazón. No pretende ser grandilocuente, sino que ofrece una mirada honesta y sensible sobre la vida de jóvenes marginados, cuya bondad y valentía contrastan con la superficialidad y el prejuicio que les rodean. Es una película que invita a la reflexión y que nos recuerda que la verdadera amistad puede surgir en los lugares más inesperados. La banda sonora, compuesta por Sufjan Stevens, complementa a la perfección la atmósfera melancólica y a la vez esperanzadora de la película.

Nota: 7/10