Insidious: Capítulo 3 (2015)

“Insidious: Capítulo 3” se presenta como un intento desesperado de revitalizar una franquicia que, aunque exitosa, comenzaba a sentirse repetitiva. James Wan, director de las dos primeras entregas, regresa para explorar un territorio nuevo: el viaje astral y las entidades que habitan en el mundo de los espíritus. A pesar de la premisa tentadora, la película no logra completamente romper el ciclo de sustos fáciles y jump scares predecibles que la caracterizaron.

La película se centra en la familia Lambert, una vez más, pero esta vez con la hija adolescente, Lynn (Stefanie Scott), que sufre de pesadillas recurrentes que se manifiestan como una realidad inquietante. La trama, aunque inicialmente prometedora, se ve afectada por una sobrecarga de información y personajes introducidos a la mitad de la película, desestabilizando el ritmo narrativo. La familia se ve envuelta en un complejo entramado de rituales, visiones y entidades demoníacas, lo que resulta en una sensación de confusión para el espectador.

Lin Shaye, como siempre, ofrece una actuación conmovedora y convincente como Elise Rainier, la médium que se ve obligada a utilizar sus habilidades para ayudar a la familia. Su personaje, fundamental para el éxito de la franquicia, se ve más desarrollado que nunca, explorando sus miedos, sus dudas y su conexión con el mundo espiritual. Sin embargo, incluso su interpretación no es suficiente para compensar los problemas estructurales de la película.

La dirección de Wan es técnicamente competente, utilizando efectos visuales que, aunque no revolucionarios, son efectivos para generar atmósfera y tensión. La paleta de colores se mantiene sombría y opresiva, reforzando el ambiente de terror psicológico. Sin embargo, el uso excesivo de efectos especiales y la dependencia de la Jump Scare limitan la capacidad de la película para generar un verdadero horror trascendental. El diseño de los demonios, aunque digno de mención, se ve eclipsado por la falta de profundidad y significado.

El guion, escrito en su mayoría por Leigh Whidby, se siente apresurado y con muchas subtramas inconexas. La lógica interna de la película a veces se desvanece, y las motivaciones de algunos personajes no están completamente desarrolladas. Se intenta conectar con el pasado de la familia Lambert, pero estas reminisencias no aportan un peso significativo a la trama principal. La película parece intentar resolver los misterios de las entregas anteriores, pero lo hace de una manera que carece de originalidad y que, en última instancia, resulta anticlimática.

En definitiva, "Insidious: Capítulo 3" es una película de terror aceptable, pero que no alcanza las alturas de sus predecesoras. Si bien ofrece momentos de tensión y presenta a un personaje carismático en Lin Shaye, su guion confuso, su ritmo irregular y su dependencia de los trucos visuales la convierten en una experiencia decepcionante para los fans de la franquicia y un entretenimiento discreto para el público general.

Nota: 6/10