Irrational Man (2015)

“Irrational Man” es una película de Alexander Payne que, a primera vista, parece un drama romántico de los años 70 con toques de humor negro. Sin embargo, tras una primera capa de aparente sencillez, se revela como una meditación profunda y perturbadora sobre la identidad, el deseo, la responsabilidad y la fragilidad de la moralidad. Payne, conocido por su mirada desencantada y sus personajes imperfectos, logra con “Irrational Man” una obra que es tanto conmovedora como inquietante, y que se queda en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

La película se centra en Abe Lucas (Casey Affleck, en una de sus mejores interpretaciones), un profesor de filosofía con una existencia marcada por el arrepentimiento y la desilusión. Su búsqueda de una vida significativa se ve sacudida cuando se enamora de Rita (Brooke Ellison), una profesora solitaria en crisis matrimonial. Esta relación, intencionadamente marcada por la incomodidad y la inestabilidad, es el motor principal de la trama. Payne no recurre a la sentimentalidad fácil, sino que explora la dinámica de poder sutil y la atracción irracional que se establece entre Abe y Rita, mostrando cómo la desesperación puede llevar a acciones equivocadas y a una pérdida de la cordura. La película no glorifica el romance, sino que lo presenta como un espejismo, una forma de escape, pero que a la larga resulta destructiva.

La inclusión de Jill (Aubrey Plaza) aporta una capa adicional de complejidad a la narrativa. Su fascinación por Abe, a pesar de su aparente racionalidad y su relación estable con su novio, es particularmente interesante. Plaza ofrece una actuación magistral, transmitiendo con sutileza la vulnerabilidad y la ambición de Jill, explorando cómo la búsqueda de la conexión humana puede llevar a decisiones cuestionables. La película no juzga a sus personajes, sino que los presenta como seres humanos complejos, con motivaciones imperfectas y con la capacidad de cometer errores. La dirección de Payne, como siempre, es precisa y detallada, creando una atmósfera melancólica y propicia para la reflexión.

Lo que realmente distingue a “Irrational Man” es su guion, inteligente y lleno de matices. Las diálogos son afilados y reveladores, y la película evita los clichés del género. Payne demuestra una gran habilidad para construir tensión y suspense, no a través de la acción, sino a través del desarrollo psicológico de sus personajes. La película, ambientada en una pequeña ciudad americana de los años 70, no solo evoca un periodo histórico particular, sino que utiliza ese contexto para explorar temas universales que aún son relevantes en la actualidad. La película subraya la responsabilidad individual y la dificultad de justificar acciones, incluso cuando se están motivadas por el amor o la desesperación. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que deja al espectador reflexionando sobre la naturaleza humana.

Nota: 8/10