It: Capítulo 2 (2019)

‘It: Capítulo 2’ es, en esencia, una película de arrepentimiento y redención, un estudio sobre cómo el pasado, incluso cuando parece sepultado bajo años de experiencias adultas, puede resurgir con una violencia devastadora. Stephen King, a través de su adaptacion, nos regala una segunda entrega que, aunque no alcanza la intensidad visceral del original, se mantiene como una exploración fascinante del trauma infantil y las consecuencias emocionales de la infancia perdida. La película se centra en el Club de los Perdedores, ahora adultos, que regresan a Derry, Maine, décadas después de su enfrentamiento con Pennywise, con la misión de proteger a una nueva generación de niños que se encuentran con el terror que una vez los atormentó.

La dirección de Andy Muschietti se mantiene firme en su estilo visual, recurriendo a una paleta de colores saturados que, en ocasiones, recuerdan al original, pero con una atmósfera que se siente un poco más melancólica y menos frenética. El ritmo es deliberadamente pausado, permitiendo que la tensión se construya sutilmente a través de la narrativa y la caracterización. La película se deleita en el desarrollo de los personajes, profundizando en sus conflictos internos y las relaciones que han evolucionado a lo largo de los años. Si bien el regreso de las actuaciones del elenco original es, en gran medida, un punto fuerte, la película depende considerablemente de la química entre los actores, y aunque la conexión es palpable, a veces se siente un poco forzada para sostener la carga emocional de la trama. Jack Black, por ejemplo, aporta un toque cómico que, aunque necesario, a veces resta peso a la seriedad del momento.

El guion, escrito en gran medida por Stephen King y Evan Peters, se enfrenta a un desafío importante: cómo abordar un evento traumático con una intensidad renovada, manteniendo la sensibilidad hacia las víctimas y la profundidad de los personajes. Se adentra en la experiencia de la memoria fragmentada, la dificultad de revivir los traumas de la infancia y el impacto de las emociones reprimidas. Sin embargo, la película a veces tropieza en su intento de equilibrar la tensión sobrenatural con el drama psicológico, recurriendo a algunos elementos de acción que parecen desaprovechados de la historia. El desarrollo de la trama principal, centrada en la investigación de un nuevo caso de desapariciones, se siente un tanto desconectada de la historia principal, y podría haber beneficiado de una mayor integración.

En definitiva, ‘It: Capítulo 2’ es una película que, aunque no alcanza el nivel de la original, ofrece una mirada conmovedora y perturbadora sobre el poder persistente del pasado. Es una película que te obliga a reflexionar sobre las heridas emocionales y la lucha por superar los traumas. El reparto cumple con creces, y la atmósfera general, aunque menos intensa, logra mantener una sensación inquietante que te acompañará mucho después de que terminen los créditos. La película, en gran medida, se centra en el "qué pasa después" y la dificultad de cerrar el capítulo de la infancia, algo que resuena con fuerza en el espectador.

Nota: 7/10