It's Alive (2008)

“It’s Alive” no es una película que marque un antes y un después en el género de terror, pero sí logra ofrecer una experiencia visceral y perturbadora que, a pesar de sus limitaciones, merece la pena ser vista por los amantes del horror más clásico. La película, dirigida por un equipo menos conocido, se centra en la historia de Lenore, interpretada con una honesta vulnerabilidad por Bijou Phillips, una joven que se ve catapultada a un mundo de terror cuando su embarazo se ve amenazado por una serie de asesinatos inexplicables. El entorno rural y aislado, con sus casas victorianas y sus bosques densos, funciona a su favor, generando una atmósfera de inquietud palpable desde los primeros minutos.

La dirección de arte y el diseño de producción son particularmente fuertes. La película apuesta por un estilo visual que recuerda, intencionadamente, a las películas de terror de los años 70, con una paleta de colores apagados, iluminación sombría y escenarios que sugieren decadencia y aislamiento. Este guiño a un pasado glorioso del terror funciona bien, creando una sensación de familiaridad y, a la vez, de desconcierto. Sin embargo, la película se esfuerza demasiado por imitar a sus predecesoras, a veces perdiendo la oportunidad de crear una identidad propia. La banda sonora, aunque efectiva para generar tensión, también cae en patrones predecibles.

Las actuaciones son sólidas en general. Bijou Phillips transmite la desesperación y el miedo de Lenore de manera convincente. James Murray y Owen Teale, que interpretan a Frank y al médico del pueblo, respectivamente, aportan una base de credibilidad a la trama, aunque sus personajes carecen de profundidad. Raphaël Coleman, como el jefe de policía, es un tanto unidimensional, pero su presencia sirve para impulsar la investigación y la creciente sensación de peligro.

El guion es, sin embargo, el punto más débil de la película. Si bien la premisa es intrigante y el ritmo es adecuado para mantener la tensión, la historia se construye sobre clichés del género, y la resolución del misterio resulta algo forzada y carente de originalidad. Las conexiones entre las víctimas y el bebé de Lenore son explicadas de manera poco satisfactoria, lo que deja al espectador con más preguntas que respuestas. La película introduce varios elementos sobrenaturales que, aunque prometedores, no se exploran adecuadamente. Se siente como si el guion hubiera tenido más ambición de lo que finalmente logró. No obstante, la película logra mantener el interés durante la mayor parte de su duración, gracias a sus imágenes perturbadoras y su atmósfera inquietante.

Nota: 6/10