Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás (2016)

“Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás” es una entrega que, si bien no alcanza la solidez de su predecesora de 2012, ofrece un despliegue de acción sólido y un Reacher en buen estado, aunque quizás algo menos misterioso de lo que estamos acostumbrados. La película, dirigida por Patrick Hughes, se centra en una trama de intriga gubernamental que, aunque no innovadora, proporciona el marco necesario para que el protagonista, Tom Cruise, pueda demostrar su innegable habilidad para la supervivencia y el combate.

La película se beneficia de una dirección que, en su mayoría, mantiene un ritmo ágil. La acción es coreografiada de manera efectiva, con persecuciones y peleas brutales que cumplen su función narrativa sin caer en la espectacularidad innecesaria. Sin embargo, a veces se siente cierta falta de sutileza en la construcción de la tensión, recurriendo demasiado a explosiones y secuencias de persecución, perdiendo un poco el enfoque en el desarrollo de la atmósfera de suspense. Hughes se apoya en la familiaridad del personaje de Reacher, estableciendo de inmediato el tono y la dinámica, aunque a costa de cierta originalidad.

Tom Cruise, como siempre, brilla con su presencia imponente y su capacidad física. Su interpretación de Jack Reacher es convincente, transmitiendo la dureza, la calma y la determinación del personaje. Sin embargo, se siente que la película no le da la oportunidad de explorar las profundidades psicológicas de Reacher que vimos en la primera entrega. Las relaciones con los personajes secundarios, especialmente con la Mayor Turner, interpretada por Cobie Smulders, son correctas pero carecen del peso emocional que podrían haber tenido. Smulders demuestra una presencia sólida, pero su personaje es un tanto plano, reducido a un rol de confidente y víctima.

El guion, coescrito por Graham Yost y Richard Walter, es funcional pero predecible. La conspiración gubernamental se siente derivada de clichés del género de espías y traiciones. La introducción del secreto del pasado de Reacher, que promete ser un giro significativo, resulta algo anticuado y carece del impacto dramático que se esperaba. La película no se atreve a asumir riesgos narrativos importantes, optando por la seguridad de los caminos trillados. El ritmo, aunque dinámico, a veces se ve frenético, dejando poco espacio para la construcción de personajes y la exploración de las motivaciones de los antagonistas.

En definitiva, “Jack Reacher: Nunca vuelgas atrás” es una película de acción entretenida, pero que no llega a consolidarse como una pieza memorable del género. Ofrece un despliegue de acción competente, una interpretación física de Tom Cruise convincente y un misterio de intriga gubernamental aceptable, aunque con un guion que necesita más audacia y profundidad. Se trata de un entretenimiento decente, pero no un logro cinematográfico.

Nota: 6/10