Jackass Forever (2022)

‘Jackass Forever’ no es una película que pretenda elevar el cine, ni siquiera aspirar a la seriedad. Es, en su esencia, una carta de amor – y un recordatorio de que la juventud no pasa por nada – al espíritu de locura y la irreverencia que definió las primeras entregas de la franquicia. El equipo de Johnny Knoxville regresa con la convicción de que el absurdo es, en última instancia, la forma más pura y honesta de entretenimiento, y esta vez, lo abrazan con una intensidad aún mayor, aprovechando la nostalgia y la experimentación para entregar una dosis de caos que, aunque previsible, consigue mantenerte inmerso en su mundo particular.

La dirección de Jeff Tremaine, que ya estuvo a cargo de la original, se centra en la acción y la puesta en escena. No se detiene mucho en la narrativa; la película se centra en una serie de desafíos cada vez más descabellados, filmados con un dinamismo frenético y una estética visual que recuerda a las primeras películas, pero con una actualización tecnológica que le permite capturar mejor el nivel de locura que se despliega. Se ve que han querido recuperar esa sensación de que todo está ocurriendo en tiempo real, de que estás siendo testigo de algo que no debería ser posible, y en ese sentido, logran el cometido. A veces, la ausencia de una estructura dramática sólida se siente como una debilidad, pero la energía contagiosa del grupo compensa, en gran medida, la falta de profundidad.

El elenco, obviamente, es el corazón de la película. Johnny Knoxville sigue siendo el alma de la operación, el catalizador de las situaciones más ridículas. Steve-O y los otros miembros de la pandilla, como Chris Pontius y Danger (originalmente Daryle Pines), aportan sus peculiaridades y especialidades, y la química entre ellos es palpable. Las nuevas incorporaciones, entre ellas Preston Dunlap y Ehren McGhehey, se integran sin problemas, contribuyendo al caos general. No se trata de actuaciones grandiosas, sino de una presencia constante y una capacidad para reírse de sí mismos y de las situaciones en las que se encuentran. La honestidad y la vulnerabilidad que muestran al enfrentarse a riesgos reales, aunque exagerados, es refrescante y añade una capa de autenticidad a la película.

El guion, por supuesto, es minimalista. No hay diálogos complejos ni tramas intrincadas. La película se basa en la premisa de un concurso de desafíos, donde los miembros de la pandilla se enfrentan a pruebas cada vez más peligrosas y grotescas. A veces, la repetición de los tipos de desafíos puede llegar a ser cansina, pero la película se beneficia de un ritmo rápido y de la capacidad del equipo para improvisar y reaccionar con humor. Se centra en lo inesperado, en la reacción del público y en la demostración de una audacia que, en cierto modo, es desconcertante. El riesgo, tanto físico como social, es un elemento fundamental de la experiencia.

En definitiva, ‘Jackass Forever’ es una película para aquellos que buscan una dosis de entretenimiento visceral y sin complejos. No es una obra maestra, pero ofrece un respiro del cine actual y una oportunidad para reírse de las propias limitaciones. Si te gustó la Jackass original, es probable que te guste esta nueva entrega. Si eres sensible a las imágenes explícitas o si prefieres la reflexión cinematográfica, quizás te resulte aburrida. Sin embargo, su propósito es claro: divertir, y en ese sentido, cumple con creces.

Nota: 6.5/10