Jackass: La película (2002)

“Jackass: La película” no es una obra maestra cinematográfica, ni pretende serlo. Es, simplemente, una explosión controlada de caos y comedia absurda, y en ese sentido, cumple su cometido con una eficacia casi béstica. El equipo de “Jackass” regresa a la pantalla grande con la misión de llevar la locura a un nuevo y aún más estimulante escenario: Japón. Y lo hacen, sin dudarlo, con una energía contagiosa que, a pesar de sus evidentes limitaciones narrativas, resulta innegablemente divertida. La película se siente como un epílogo a la serie, un recordatorio de la esencia del show, pero amplificada y con un presupuesto, aunque reducido, que permite algunas tomadas más elaboradas.

La dirección de Jeff Tremaine, que ya ha trabajado con el grupo en numerosas ocasiones, sabe cómo mantener el ritmo frenético y la espontaneidad que caracterizan a “Jackass”. Se permite un grado de improvisación sorprendentemente alto, aprovechando al máximo los momentos inesperados que surgen durante las grabaciones. Aunque la estructura es simple –una serie de situaciones caóticas y actos de "prueba de resistencia"–, Tremaine gestiona el montaje con habilidad, evitando que la sucesión de escenas se convierta en una masa indistinguible de ruido. En el aspecto técnico, hay ciertos trabajos de cámara interesantes, como las tomas aéreas y los primeros planos que capturan la desesperación y la hilaridad de los participantes. Sin embargo, la película carece de una dirección artística distintiva, lo que contribuye a su apariencia amateur y, a la vez, su autenticidad.

El reparto, liderado por Johnny Knoxville, ofrece una actuación que va más allá de la simple ejecución de actos estúpidos. La comedia reside en la perseverancia con la que se ven envueltos en cada desafío, en su capacidad para reaccionar ante lo absurdo y en la genuina sorpresa que se percibe en sus rostros. Aunque algunos de los chistes son predecibles y algunos actos son un poco repetitivos, la química del grupo es innegable y su dinamismo es el corazón de la película. La inclusión de nuevos personajes, aunque limitada, añade una capa de variedad al elenco. Sin embargo, es importante recordar que el valor principal de “Jackass” reside en su humor físico y su capacidad para provocar risas genuinas, y no en una narrativa compleja o personajes desarrollados.

El guion es, como se esperaría, escaso. Se basa en la idea de llevar la "Jackass-idad" a nuevas experiencias en Japón: desde ataques a campos de golf hasta desafíos con animales, pasando por la interacción con la cultura local (con resultados desastrosos pero cómicos). La falta de profundidad narrativa es, sin embargo, un problema menor, ya que la película se basa en la pura sorpresa y el absurdo. La película, en última instancia, es un homenaje al formato de la serie, y su éxito depende de la capacidad del espectador para apreciar el humor físico y la espontaneidad. No se pretende ofrecer una experiencia cinematográfica reflexiva; busca simplemente divertir al público con un flujo incesante de locuras. Y en ese objetivo, logra ser sorprendentemente efectiva.

Nota: 6.5/10