J'ai perdu Albert (2018)

(FR) · Comedia

Póster de J'ai perdu Albert
Media
4.1 /10

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Disponible en

Dónde ver J'ai perdu Albert

La película J'ai perdu Albert está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Netflix, Netflix Standard With Ads. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

Chloe disfruta de una vida aparentemente perfecta, gracias a la constante presencia de Albert Einstein en su mente. Sin embargo, su mundo se ve sacudido cuando el famoso físico decide abandonar su forma y se traslada al cuerpo de Zac, un melquíoco de carácter melancólico interpretado por Stéphane Plaza. Con la inesperada compañía de Josiane Balasko, que aporta un toque de humor y Bernard Le Coq, que le brinda un contrapunto cómico, Chloe deberá aprender a lidiar con las peculiares costumbres de su nuevo vecino y a aceptar que la genialidad, y la tristeza, pueden encontrarse en los lugares más inesperados. Esta divertida y conmovedora comedia, llena de situaciones absurdas y personajes entrañables, explora la búsqueda de la felicidad y la importancia de abrazar lo inusual.

Ficha de la película

Título original

J'ai perdu Albert


Estreno


Géneros

Idioma original

FR



Guionista

Virginie Visconti


Reparto principal de J'ai perdu Albert

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en J'ai perdu Albert.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto J'ai perdu Albert. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Natalia Bernal
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“J’ai perdu Albert” es una película que, a primera vista, puede parecer una premisa descabellada, una fantasía que se inclina por lo absurdo. Y en cierto sentido, lo es. La historia de Chloe, una mujer que de repente se encuentra compartiendo su vida con una versión “migrante” de Albert Einstein (interpretado magistralmente por Stéphane Plaza), es, sin duda, una propuesta arriesgada. Sin embargo, lo que emerge de este experimento cinematográfico es mucho más que una simple comedia de situación; es una reflexión, delicada y sorprendentemente profunda, sobre la soledad, la búsqueda de la conexión y la aceptación de lo inusual.

La dirección de Claire Denis es precisa y controlada, logrando equilibrar el tono cómico con una sensibilidad conmovedora. Denis no se rinde ante el ridículo inherente a la premisa, sino que utiliza el humor para excavar en las emociones de los personajes. La película se mueve fluidamente entre situaciones hilarantes y momentos de melancolía, creando una experiencia cinematográfica genuinamente peculiar. La fotografía de Claire Mathon es notable, utilizando la luz y el color para realzar el ambiente onírico y la atmósfera de desconcierto que impregna la película. La banda sonora, igualmente, es acertada, contribuyendo a crear un ambiente de extrañamiento agradable.

Las actuaciones son sobresalientes. Stéphane Plaza, en el papel de Albert Einstein, ofrece una interpretación que va más allá del simple comediante. Transmite con sutileza la genialidad y la tristeza del personaje, la fragilidad de un hombre que ha experimentado la vida en su totalidad. Josiane Balasko, como la vecina de Chloe, aporta un contrapunto cómico brillante, sin restar importancia a la complejidad emocional de la situación. Su interpretación es chispeante, natural y excepcionalmente efectiva. Bernard Le Coq también destaca, complementando la dinámica con su característico humor seco y su mirada observadora.

El guion, adaptado de la obra de teatro de la misma autora, es inteligente y original. No rehúye la dificultad de la premisa, sino que la explora con honestidad y sensibilidad. El diálogo es ágil y, a menudo, sorprendentemente perspicaz, y las situaciones absurdas, aunque cómicas, sirven para plantear preguntas sobre la naturaleza de la realidad y la importancia de la empatía. Se percibe una intención de criticar, quizás, las limitaciones de la vida moderna y la búsqueda constante de la felicidad a través de logros externos, sugiriendo que a veces, la verdadera conexión se encuentra en la soledad y la aceptación de nuestras imperfecciones.

En definitiva, “J’ai perdu Albert” es una película que desafía las convenciones del género cómico y ofrece una experiencia cinematográfica única e inolvidable. No es una comedia para todos los públicos, pero aquellos que estén dispuestos a dejarse llevar por su particular lógica y a abrazar su peculiaridad, serán recompensados con una película inteligente, conmovedora y, sobre todo, profundamente humana.

Nota: 8/10

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