Jeepers Creepers 3 (2017)

“Jeepers Creepers 3” no es una obra maestra, ni siquiera un respiro refrescante para la franquicia, sino un ejercicio de refrán que, sin duda, intenta apelar al factor nostalgia y a la escalofriante sencillez del original. La película se sitúa en un punto temporal intermedio entre la primera y la segunda entrega, y se centra en el Sargento Tubbs, interpretado con una naturalidad y un buen porte por el actor Ryan Phillippe, que ahora, con el peso de la experiencia, se une a un grupo de individuos marginales y poco confiables cuya misión es, precisamente, acabar con la entidad conocida como el Creeper. Este cambio de enfoque, lejos de aportar frescura, siente como una reiteración de fórmulas probadas y, francamente, cansadas.

La dirección de Chris Thomas se mantiene pragmática, centrada en el gore y el suspense atmosférico. No se excede en efectos especiales, evitando la sobre-exposición digital que a menudo debilita a las películas de terror de bajo presupuesto. Sin embargo, la falta de ambición visual, combinada con una paleta de colores apagada y una fotografía que rara vez se atreve a destacar, crea un ambiente que, si bien consigue generar cierta tensión, no logra despertar una verdadera sensación de peligro. El ritmo es irregular, alternando escenas de acción a veces torpemente ejecutadas con largos pasajes de diálogo que, en su mayoría, son poco convincentes. Se siente que la película no sabe bien decidirse a qué tipo de terror quiere aspirar: se intenta ser una película de persecución implacable, pero también intenta introducir elementos de misterio y de revelación sobre el origen de la criatura. El resultado es una mezcla confusa y, a menudo, insatisfactoria.

Las actuaciones son, en general, decentes. Phillippe, como siempre, ofrece una interpretación sólida, y la química entre él y el resto del reparto, compuesto por rostros desconocidos, es notablemente buena. Sin embargo, el guion, escrito por Todd Lincoln, James Sunderland y Brian Abravanel, es el punto más débil de la película. Las motivaciones de los personajes son poco claras, los diálogos carecen de ingenio y la trama principal, basada en la búsqueda de una nueva forma de derrotar al Creeper, se siente predecible y poco original. Se recurre a clichés del género, como la venganza, la redención y la esperanza inútil. La supuesta revelación sobre el origen del Creeper, que se anuncia como un giro argumental importante, resulta ser una conclusión demasiado simplista y, en última instancia, decepcionante. Se siente como una excusa para justificar la persistencia de la criatura.

En definitiva, “Jeepers Creepers 3” es una película que se aprovecha de un nombre familiar para atraer al público, pero que no logra entregar una experiencia terrorífica realmente satisfactoria. Es un ejercicio de franquicia que, en lugar de innovar, rehace los errores del pasado. Un producto estándar del género, funcional pero sin alma.

Nota: 5/10