Jersey Boys (2014)

“Jersey Boys” es una película que se atreve a sumergirse en las profundidades de la fama, la ambición y, sobre todo, la complejidad de las relaciones humanas. La historia, aunque centrada en la meteórica carrera de Frankie Valli y sus “Four Seasons”, trasciende la mera cronología de los éxitos y se convierte en un retrato crudo y, a veces, doloroso de un hombre consumido por sus sueños y sus errores. La película no se limita a mostrar los momentos de euforia en los escenarios; explora las sombras que acechaban a Frankie, sus conexiones con la mafia y el impacto devastador que esto tuvo en su vida personal.

La dirección de Clint Eastwood es sutil pero efectiva. Evita la glorificación excesiva, optando por un tono más melancólico y reflexivo. La película se apoya mucho en el flashback, utilizando estas secuencias para construir una narrativa en capas, mostrando tanto el pasado de Valli como las consecuencias de sus acciones. Eastwood logra mantener el ritmo a lo largo de las diferentes etapas de la carrera de la banda, sin sacrificar la profundidad emocional de la historia. No es una película de grandes movimientos o secuencias espectaculares, sino que su fuerza reside en la atmósfera y en el análisis de los personajes.

El elenco es, en su mayoría, excepcional. Michael B. Jordan, como Frankie Valli, ofrece una interpretación sorprendentemente conmovedora. Su capacidad para transmitir la vulnerabilidad y la ambición de Valli es admirable. Sin embargo, el verdadero corazón de la película reside en las actuaciones de John Magaro como Tommy DeLucci y Paul Walter Hauser como Nick Gallo. Estos dos jóvenes ofrecen un retrato brutal y fascinante de la ambición juvenil y la complicidad en crímenes. La química entre ellos es palpable y se convierte en uno de los pilares fundamentales del filme. El resto del reparto, incluyendo a Joe Pesci como Gyp DeCarlo, también cumple con creces, aportando matices y realismo a la narrativa.

El guion, adaptado de la exitosa obra de Broadway, está bien estructurado, aunque en algunos momentos se siente un tanto derivativo. Las canciones, naturalmente, son el elemento central, y la banda sonora, con versiones de los hits de “Four Seasons”, es impecable. La película no se limita a reproducir las canciones; las integra orgánicamente en la trama, utilizando las melodías para amplificar las emociones de los personajes. Sin embargo, el guion podría haber sido más audaz en algunos momentos, arriesgándose a explorar con mayor profundidad los dilemas morales de Valli y su entorno. A pesar de esto, la película consigue transmitir la esencia del drama de la vida real de Frankie Valli y sus “Four Seasons” de una manera que resulta honesta y, a la vez, entretenida. Es una película que te hace pensar en las decisiones que tomamos y las consecuencias que pueden tener.

Nota: 8/10