Jet Li es el mejor luchador (1994)

“Jet Li es el mejor luchador” (originalmente "Kung Fu Hustle"), es una joya cinematográfica de mis tiempos más apasionados por el cine de artes marciales. Publicada en 2004, esta película de Stephen Chow (director y protagonista) es mucho más que un simple espectáculo de kung fu; es una sátira social inteligente y una oda al espíritu de Shanghai durante la guerra sino-japonesa. Chow consigue una mezcla perfecta de comedia, acción y crítica, que, en mi opinión, la eleva por encima de muchas de sus contemporáneas del género.

La dirección de Chow es magistral. Se siente una palpable energía en cada fotograma. La coreografía de las escenas de lucha es exagerada, ridícula y, a la vez, sorprendentemente visceral. Chow no se limita a mostrar técnicas; crea un universo visualmente rico y frenético. La película está repleta de gags visuales que, aunque a primera vista pueden parecer estúpidos, revelan una profunda comprensión del humor físico y de la exageración, elementos que son cruciales para el tono de la película. Observar a Jet Li ejecutando sus movimientos es un deleite, y la dirección aprovecha al máximo el talento del actor.

Jet Li, en el papel de Chen Zen, está en su mejor momento. Su actuación no se limita a la acción; le otorga una vulnerabilidad y un toque de humor que hacen que el personaje sea más humano y relatable. La química entre él y Stephen Chow, tanto en las escenas de acción como en las de comedia, es innegable y fundamental para el éxito de la película. El reparto secundario es igualmente sólido, con actuaciones memorables de Gordon Chan como Wah, un borracho de mala muerte con un pasado turbio, y Cecilia Cheung como Lin, una hermosa mujer que se convierte en una pieza clave en la investigación de Chen Zen. La interpretación de Gordon Chan es particularmente destacable, añadiendo una capa de autenticidad y humor negro a la historia. La comedia de personajes, y la interacción entre ellos, es uno de los puntos fuertes de la película.

Sin embargo, el guion, aunque efectivo, tiene algunos momentos que podrían ser más pulidos. La trama, basada en la lucha contra los invasores japoneses, se siente algo simplificada, y algunos diálogos resultan un poco forzados. No obstante, la película compensa esta debilidad con su tono irreverente y su enfoque en los personajes. La banda sonora, compuesta por Mark McKenzie, contribuye enormemente a la atmósfera general de la película, realzando los momentos de tensión y la comedia. Es un tema enérgico y memorable que se queda grabado en la mente del espectador.

En definitiva, "Jet Li es el mejor luchador" es una película imprescindible para los amantes del cine de artes marciales y la comedia. Es una joya cinematográfica que, a pesar de sus pequeñas imperfecciones, ofrece una experiencia visual y sonora inigualable. Una película que te dejará sonriendo, con la adrenalina corriendo por las venas y con la convicción de que Jet Li realmente es el mejor luchador.

Nota: 8/10