Jiang Ziya: Legend of Deification (2020)

“Jiang Ziya: Legend of Deification” no es solo una película de acción y aventura con elementos fantásticos; es un intento audaz de reinterpretar un personaje histórico fundamental en la cultura china, y en gran medida, lo logra. La película, dirigida por Wu Jing, explora la complejidad moral y la lucha interna de Jiang Ziya, un consejero crucial en la época de los Tres Reinos, confrontándolo con un dilema que trasciende la simple tarea de erradicar una amenaza demoníaca. La película se centra en su decisión de sacrificar al Zorro Demonio, conocido también como el Zorro de Nueve Colas, para proteger a una niña, creando un conflicto que nos obliga a cuestionar los principios de la justicia, el deber y la lealtad.

La dirección de Wu Jing se distingue por su dinamismo y un uso efectivo del espectro visual. Las escenas de batalla son intensas y coreografiadas con un realismo sorprendente, incluso exagerado en algunos momentos, lo cual, aunque a veces excesivo, contribuye al impacto visual. Sin embargo, la película se esfuerza por equilibrar la acción con momentos de introspección y debate filosófico, algo que no siempre se consigue con la misma maestría. La ambientación, aunque relativamente sencilla en cuanto a la estética, es impecable en su representación del periodo histórico y de las creencias chinas. El vestuario, la arquitectura y las elaboradas coreografías de los rituales religiosos son detallados y evocadores, creando una atmósfera inmersiva.

Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible. Andy Lau, como Jiang Ziya, ofrece una interpretación profunda y matizada del personaje, transmitiendo la ambigüedad moral que lo define. Su rostro, lleno de tormento y duda, es el eje central de la película. Zhang Songwen, en el papel del Zorro Demonio, es igualmente impresionante, logrando dotar al ser maligno de una cierta vulnerabilidad y complejidad. La dinámica entre los dos actores es palpable y fundamental para el desarrollo de la trama. El resto del reparto, incluyendo a Wang Zhi, interpreta con solidez los personajes secundarios, aunque algunos de ellos no alcanzan la profundidad de las interpretaciones principales.

En cuanto al guion, “Jiang Ziya” presenta algunas fallas evidentes. Si bien la premisa es interesante, la narrativa se siente a veces apresurada y carente de sutileza. Los diálogos, en general, son torpes y poco naturales, especialmente en las escenas de debate filosófico, donde las ideas se presentan de manera didáctica y poco convincente. La película intenta abordar temas como el destino, el libre albedrío y la ética del sacrificio, pero lo hace de forma superficial, sin profundizar lo suficiente en las implicaciones de estas cuestiones. La película, a pesar de su ambición, no alcanza la complejidad que podría haber tenido si hubiera explorado las ideas centrales con mayor detenimiento.

Nota: 6/10