Jimmy Neutron: El niño inventor (2001)

“Jimmy Neutron: El niño inventor” es una joya olvidada, una película que merece ser redescubierta en la era del CGI sobrecargado y las blockbusters de efectos especiales. Lanzada en 2000, esta comedia animada de Will Forte y Bob Persichetti se presenta como una oda a la imaginación infantil, a la curiosidad científica y, sorprendentemente, a la pequeña ciudad americana. No se trata de una película que redefine los límites del cine animado, pero sí que ofrece una experiencia refrescante, llena de detalles divertidos y un espíritu de aventura genuino.

La dirección de Preston Stroud es dinámica y precisa. La película consigue crear un ambiente vibrante y lleno de energía. El ritmo es ágil, manteniendo el interés del espectador con constantes situaciones cómicas y giros inesperados. Las secuencias de acción, aunque modestas en comparación con los estándares actuales, son visualmente interesantes y se basan en la creatividad de Jimmy, el niño inventor. Se aprecia un cuidado particular en los detalles del diseño de los Yokians, los alienígenas invasores, que, aunque caricaturescos, poseen un aspecto visualmente atractivo y distintivo. La banda sonora, con canciones pegadizas y memorables, contribuye a reforzar el tono divertido y juvenil de la película.

El protagonista, Jimmy Neutron, interpretado por Debi Maisch, es un niño brillante, pero un poco socialmente torpe. Maisch logra transmitir la personalidad de Jimmy: su ingenio, su entusiasmo y su incapacidad para entender las normas sociales. El reparto de voces es excelente en su conjunto, con actuaciones destacadas de Shelley Thompson como Cindy Newman, la mejor amiga de Jimmy, y Thomas Newman como el padre de Jimmy. Sin embargo, la película no se centra excesivamente en las actuaciones de los personajes principales, lo que permite que el guion, escrito por Forte y Persichetti, sea el verdadero protagonista. El guion es inteligente y bien construido, presentando una trama original y llena de posibilidades. La idea de una invasión alienígena impulsada por la ciencia y la tecnología es original, y la película explora esta premisa de forma ingeniosa y con un toque de humor absurdo.

Es importante destacar que “Jimmy Neutron” no es una película para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica trascendental. Su humor es deliberadamente infantil y su estilo visual es del siglo XXI. No obstante, su encanto reside en su autenticidad, en su celebración de la imaginación y en su mensaje subyacente sobre la importancia de la individualidad. Es una película que te transporta a un mundo de posibilidades ilimitadas, donde la ciencia, la tecnología y la amistad pueden vencer a cualquier amenaza, incluso a una invasión alienígena. Si buscas una película que te recuerde la alegría de la infancia, que te haga reír y que te inspire a pensar fuera de la caja, “Jimmy Neutron: El niño inventor” es una excelente opción. Más que un simple entretenimiento, es un recuerdo agridulce de una época en la que la animación animada podía ser simple, efectiva y, sobre todo, divertida.

Nota: 7/10