Jinn (2014)

“Jinn” es una incursión audaz en el territorio de la ciencia ficción con elementos fantásticos que, a pesar de no alcanzar la brillantez de algunos títulos del género, consigue mantener el espectador inmerso en su atmósfera inquietante y enigmática. La película, dirigida por Robert Boland, se vale de una banda sonora que permea cada escena, construyendo una sensación constante de aprensión y de que algo inasible acecha en la periferia, lo cual se convierte en su principal fortaleza.

La película se centra en Dominic Rains, quien encarna a un protagonista que, inicialmente, se ve arrastrado a un conflicto que supera con creces su comprensión. Rains ofrece una interpretación sólida, transmitiendo con convicción la frustración y la desesperación de un hombre enfrentado a una realidad que desafía su lógica. Sin embargo, la película no le proporciona el espacio necesario para profundizar en sus motivaciones, relegándolo a menudo a un papel de reactivo. Afortunadamente, la presencia de Faran Tahir como la figura ancestral Faran aporta un peso emocional y una profundidad al relato. Su interpretación es cautivadora, transmitiendo la sabiduría milenaria y la melancolía de un ser que ha presenciado el devenir de los mundos. William Atherton, por otro lado, se beneficia de un papel más ambicioso, interpretando a un personaje ambiguo y perturbador que se alimenta de la incertidumbre. Su presencia es la que, en gran medida, mantiene al espectador alerta y desconcertado hasta el final.

El guion, aunque a veces se precipita en algunas explicaciones, se beneficia de un desarrollo narrativo interesante. La construcción de la mitología de los jinn es gradual, mostrándonos la importancia de esta raza ancestral y las consecuencias de su despertar. No obstante, el ritmo de la película, a veces, se siente irregular. Las escenas de acción, aunque bien coreografiadas, a menudo se ven interrumpidas por diálogos expositivos que ralentizan el desarrollo de la trama. La dirección de fotografía, empleando una paleta de colores oscuros y con un uso efectivo de la luz y la sombra, contribuye a la atmósfera ominosa que envuelve la película. La idea central de la confrontación entre dos mundos, la humana y la de los jinn, es sugerente y permite explorar temas como el equilibrio, la responsabilidad y el legado del pasado. El guion podría haber sacado más provecho de la ambigüedad moral presente en algunos de los personajes, profundizando en las consecuencias de sus acciones en ambos reinos.

En definitiva, "Jinn" es una película que, aunque no alcanza la excelencia, ofrece una experiencia cinematográfica visualmente atractiva y con una buena dosis de misterio. No es una obra maestra, pero sí un entretenimiento sólido para aquellos que disfrutan de la ciencia ficción con toques fantásticos.

Nota: 6.5/10