Jocks (1986)

“Jocks” es una comedia deportiva que, aunque intenta ofrecer una dosis de humor y rivalidad, finalmente se queda en un territorio de clichés y situaciones forzadas. La película, dirigida por David Feldstein, se centra en el entrenador Williams, interpretado con una notable modestia por Peter Facinelli, quien se ve envuelto en una tarea que va más allá del simple entrenamiento de un equipo de tenis. El torneo de Las Vegas representa el último recurso para intentar salvar la reputación de Williams y, por extensión, la de su prestigioso club. El conflicto central, la necesidad de proteger a sus jugadores jóvenes de cualquier controversia, es una premisa bastante trillada, pero la película no logra darle un giro original.

La dirección, en general, es competente, logrando mantener un ritmo dinámico y una atmósfera de tensión, especialmente durante las escenas de competición. Sin embargo, Feldstein parece optar por un estilo visual algo plano, carente de la exuberancia y el colorido que podríamos esperar de una película ambientada en el bullicio de Las Vegas. La fotografía, aunque funcional, no aporta nada particularmente memorable. El diseño de producción, por su parte, es decente, aunque no destaca; se nota que han hecho un esfuerzo por recrear la atmósfera de un club de tenis de élite, pero sin un pulido que le dé la calidad que se merece.

Las actuaciones son una mezcla de logros y decepciones. Facinelli, como ya he dicho, ofrece una interpretación natural y contenida, transmitiendo la frustración y la carga que siente al ser el responsable de estos jóvenes atletas. La química entre los actores que interpretan a los jugadores del equipo – Grant Bowler, Ryan Guzman y Adam Demos – es, en ocasiones, notablemente divertida. Sin embargo, la mayoría de los personajes secundarios son meramente unidimensionales, reducidos a estereotipos: el chico rebelde, el chico estudioso, el chico con problemas familiares. No hay profundidad ni matices en sus motivaciones, lo que dificulta la conexión emocional con la trama.

En cuanto al guion, es donde la película más notablemente falla. El desarrollo de la trama es predecible y lleno de situaciones forzadas que resultan poco creíbles. El humor, que se espera de una comedia deportiva, a menudo es torpe y depende de gags visuales que pierden su impacto con el tiempo. Además, la película trata temas como el machismo, la presión deportiva y la búsqueda de la identidad de los jóvenes, pero lo hace de una manera superficial, sin ofrecer ninguna reflexión profunda. Se siente que estos temas se incluyen más por cumplir con las expectativas de la época que por una verdadera convicción. El desarrollo del romance entre uno de los jugadores y una de las animadoras del club es particularmente predecible y, en definitiva, poco interesante.

En resumen, “Jocks” es una película olvidable, carente de originalidad y con un guion que no logra levantar la historia. A pesar de las actuaciones decentes y un ritmo dinámico, la película no logra enganchar al espectador y se queda en un nivel superficial. Es un entretenimiento ligero, pero nada más.

Nota: 5/10