Joe Kidd (1972)

‘Joe Kidd’ es una película de Sergio Leone, un nombre que evoca inmediatamente a una maestría en el western, y aunque la cinta no alcanza las alturas vertiginosas de ‘El Paso’ o ‘La Doctrina Duarte’, logra ser un ejercicio interesante de atmósfera y melodrama que destaca por su fotografía y su enfoque particular en la violencia. La historia, que básicamente narra la búsqueda de un pistolero para someter a un grupo de bandidos, podría parecer simple, pero Leone la envuelve en un lirismo visual y una complejidad moral que la eleva por encima de lo que podría parecer.

La dirección de Leone es, como siempre, impecable. El director crea un ambiente desértico opresivo y brutal, utilizando la inmensidad del paisaje mexicano para reflejar el aislamiento y la desolación de los protagonistas. Hay una palpable sensación de peligro y vulnerabilidad que impregna cada fotograma. La filmación, con un uso magistral de la luz y las sombras, es particularmente impresionante; la película parece estar pintada con un pincel de óleo, creando un tono melancólico y solemne. La persecución a caballo, especialmente la que se desarrolla en el desfiladero, es visualmente impactante y evidencia la habilidad técnica de Leone para dirigir escenas de acción y suspense.

El reparto es sólido, aunque ninguna actuación alcanza la categoría de leyenda. Robert Duvall, como Frank Harlam, ofrece una interpretación sutil y reservada, interpretando a un hombre de negocios ruin y atormentado por su pasado. No es un héroe, ni un villano; simplemente un hombre buscando redención. Pierce Brosnan, como Joe Kidd, interpreta a un pistolero taciturno y pragmático, cuya brújula moral es, al menos inicialmente, bastante difusa. La química entre Duvall y Brosnan es lo más destacable del conjunto, y sus interacciones, marcadas por la desconfianza y el respeto, son lo que le dan a la película su corazón. Clifton Williams, como el líder de los bandidos, ofrece una actuación convincente, aunque no necesariamente memorable.

El guion, coescrito por Leone y Huell Panlock, es un punto débil. Si bien la película se basa en un esquema narrativo clásico, las líneas de diálogo son a menudo torpes y el ritmo puede resultar irregular. El melodrama se introduce de forma ocasional y a veces de forma forzada, desviando la atención del espectador de la atmósfera visual y la tensión que Leone había logrado construir tan cuidadosamente. Sin embargo, el guion no es lo más importante en una película dirigida por Leone, que prioriza el estilismo y el ambiente. La película aborda temas como la justicia, la venganza, la redención y la pérdida, pero estos temas se exploran de forma más sugestiva que explícita.

En definitiva, ‘Joe Kidd’ es una película interesante, aunque imperfecta. No es una obra maestra, pero sí un ejemplo de la maestría de Sergio Leone en la creación de atmósferas visuales y emocionales. Es una película que vale la pena ver por su valor estilístico y por la actuación de Robert Duvall. No obstante, el guion, con sus diálogos a veces forzados, y el ritmo algo desigual, impiden que la película alcance su máximo potencial.

Nota: 7/10