John Wick 4 (2023)

“John Wick 4” es una explosión visual que, a pesar de su exceso de acción, logra mantener el frenesí de la saga y expande el universo creado por Chad Stahelski. La película no se limita a ser un espectáculo de kung-fu y disparos, aunque estos últimos son, sin duda, la piedra angular de la experiencia. Stahelski regresa al mando con una dirección impecable, maximizando el impacto de cada coreografía de lucha y transformando cada escena de tiroteo en un ballet de violencia estilizada y elegante. El uso del color, especialmente el verde esmeralda, se vuelve casi omnipresente, creando una atmósfera opulenta y a la vez siniestra, que refleja la creciente complejidad de las apuestas que enfrentan John Wick.

Keanu Reeves, una vez más, entrega una actuación segura y convincente. Su Wick se muestra más cansado, más desorientado que nunca, pero también más astuto. La película explora la fragilidad de su personaje, revelando las consecuencias devastadoras de su vida de asesino. Sin embargo, la actuación de Reeves no se centra solo en el combate físico; se ve a un protagonista lidiando con el peso de su pasado, con la pérdida de seres queridos y con la creciente amenaza a su existencia. La química entre Reeves y Bill Skarsgård, en el papel del nuevo antagonista, es palpable y contribuye significativamente al desarrollo del conflicto. Skarsgård se aleja del estereotipo de villano malvado y ofrece un personaje frío, calculador y moralmente ambiguo, lo que lo convierte en un oponente digno y memorable.

El guion, escrito por Shane Black y David Callahan, se adentra en territorios más complejos que los anteriores entregas. La trama se expande más allá del club de asesinos y se introduce una red de poder global, involucrando a varias facciones criminales y organizaciones secretas. Si bien esta expansión puede resultar algo desordenada en algunos momentos, contribuye a la construcción del universo de "John Wick", presentando nuevos personajes y reglas que enriquecen la historia. El guion aborda temas como la deuda, la lealtad y la traición, pero a menudo lo hace a través del prisma de la acción, lo que puede resultar un tanto superficial. No obstante, la construcción del mundo de John Wick sigue siendo fascinante y sus reglas, aunque a veces inconsistentes, son lo que hacen que la saga sea tan única.

La película, si bien visualmente impactante y con coreografías de acción impresionantes, podría haber beneficiado de un ritmo más equilibrado. Hay momentos de excesivo bombardeo de acción que interrumpen el desarrollo de la historia y diluyen la tensión. Sin embargo, la dirección y las actuaciones garantizan que, incluso en estos momentos de aparente saturación, el espectador se mantenga cautivado por la experiencia. En última instancia, “John Wick 4” es un espectáculo de acción sobrecogedor, que consolida a la saga como un referente en el género y ofrece una nueva y emocionante aventura para los fans.

Nota: 7.5/10