En el regreso del agente excentrico y poco ortodoxo Johnny English (Rowan Atkinson), la pantalla nos ofrece una comedia de espías que, aunque no logra alcanzar las altas cotas de su predecesora, aporta un entretenimiento desbordante e irreverente. La película, dirigida por Oliver Parker, muestra la capacidad del actor principal de dar vida a un personaje con una personalidad irresistible y divertida.
El guion, escrito por William Davies, mezcla humor negro con situaciones cómicas que resultan por momentos inverosímiles, pero lo hacen de forma tan natural que el espectador se siente encantado y no se detiene a reflexionar si esto podría suceder en la vida real. Los diálogos son precisos, con un ritmo acelerado que sigue el mismo patrón de la mayoría de las comedias: situación cómica, reacción del protagonista, diálogo, nueva situación cómica, etc.
La dirección de Parker es lo suficientemente sutil como para no desviar demasiado la atención del público de los momentos cómicos y, al mismo tiempo, cumplir con el mínimo requisito de coherencia en la historia. Las escenas de acción están bien diseñadas y realizadas, y el uso de efectos especiales es sutil y no resulta excesivo.
El reparto es otro punto fuerte del filme. Rowan Atkinson brilla como Johnny English, demostrando una gran capacidad para encarnar al agente que, por su peculiar forma de actuar, parece tener más en común con un niño que con un profesional del MI7. Los demás actores también entregaron buenas interpretaciones, pero es Atkinson quien es el elemento central y el centro de atención.
En resumen, Johnny English Returns es una película divertida y cómica que aporta un entretenimiento sin frenos para los fanes del agente Johnny English y para aquellos que buscan un breve descanso de la realidad. La historia puede ser predecible y no posee mucha profundidad, pero el humor negro y las situaciones cómicas lo hacen un filme que vale la pena ver.
La película es una comedia de espías que se enfoca en la historia de Johnny English (Rowan Atkinson), un agente poco ortodoxo y excentrico del MI7, quien parece haber desaparecido de la faz de la Tierra pero ha estado perfeccionando sus habilidades en una lejana región de Oriente. Cuando sus jefes se enteran de que alguien planea un atentado contra el primer ministro chino, no les queda más remedio que localizar al poco ortodoxo agente, quien ahora tendrá la posibilidad de redimirse y utilizar lo último en tecnología punta para desenredar una complicada conspiración que implica al KGB, a la CIA e incluso al MI7. Faltan pocos días para que se celebre una conferencia estatal y él deberá usar todos sus trucos para proteger a todos los participantes. En la mente de Johnny English el desastre puede ser una opción, pero el fracaso, jamás.
En términos generales, Johnny English Returns es una película que proporciona una serie de situaciones cómicas y divertidas gracias a la actuación irresistible de Rowan Atkinson. El guion, dirigido por Oliver Parker, ofrece un humor negro preciso y acelerado que sigue el patrón clásico de la mayoría de las comedias: situación cómica, reacción del protagonista, diálogo, nueva situación cómica, etc. La dirección de Parker es suficientemente sutil como para no desviar la atención del público de los momentos cómicos y cumplir con el mínimo requisito de coherencia en la historia.
En cuanto a los actores, Rowan Atkinson es el elemento central de la película. Su interpretación de Johnny English es divertida e irresistible. Los demás actores también entregaron buenas interpretaciones, pero la actuación de Atkinson es lo que hace más notable el filme. En resumen, Johnny English Returns es una comedia de espías que se destaca por su humor negro y situaciones cómicas, aunque no posee mucha profundidad en la historia.