Johnny peligroso (1984)

“Johnny el Peligroso” es una película que, en lugar de romper esquemas, se permite ser una reminiscencia con una época dorada de Hollywood, filtrada a través de la mirada pragmática de Walter Hill. La cinta, estrenada en 1988, no es una obra maestra trascendental, pero sí un ejercicio interesante en la construcción de un personaje anti-héroe y la recreación de un universo criminal con una estética particular que, sin duda, apunta a clásicos como “El Halcón Maltés” o “Serpico”.

La dirección de Hill, quien además es guionista, es la piedra angular de la película. Logra crear una atmósfera densa, opresiva y casi claustrofóbica desde el primer momento. Las escenas de acción son coreografiadas de manera elegante y brutal, con un fuerte componente visual que enfatiza la violencia pero sin caer en la gratuidad. Hill domina el ritmo, alternando momentos de tensión sostenida con secuencias de confrontación impactantes. Su maestría reside en el uso del espacio, la iluminación y el movimiento para guiar al espectador a través de la historia de Johnny. No se centra en efectos especiales extravagantes, sino en la coreografía del combate y la construcción del suspense.

La actuación de Nicolas Cage como Johnny Kelly es, sin duda, el punto más fuerte de la película. Cage ofrece una interpretación honesta y convincente, transmitiendo la desesperación y la ambivalencia de un joven obligado a comprometer su integridad para sobrevivir. Su Johnny no es un héroe llamativo, sino un individuo atormentado que lucha por mantenerse a flote en un mundo despiadado. La química entre Cage y la actriz que interpreta a su madre, Nancy Allen, es palpable y añade una capa de drama a la trama. Allen aporta un toque de fragilidad y ternura a un personaje que se encuentra en una situación desesperada, creando un contrapunto emocional a la violencia que rodea a Johnny.

En cuanto al guion, la historia, aunque predecible, se sirve de clichés del género, pero lo compensa con diálogos ágiles y personajes secundarios memorables. La trama, centrada en la vida de un joven que se ve arrastrado al crimen organizado, es relativamente simple, pero permite explorar temas como la responsabilidad, la moralidad y las consecuencias de las decisiones. Sin embargo, el guion carece de profundidad psicológica, explorando superficialmente las motivaciones de los personajes y las implicaciones morales de sus acciones. Se podría haber profundizado en el trasfondo de Johnny y la razón por la que ha recurrido al crimen, lo que habría enriquecido su personaje y la película en general.

En definitiva, “Johnny el Peligroso” es una película de acción estilizada con una fuerte carga visual y una actuación destacada de Nicolas Cage. Si bien su guion no es innovador y su historia carece de originalidad, la dirección de Walter Hill y la interpretación del protagonista le otorgan un atractivo particular para los amantes del cine de acción clásico. Una película que, a pesar de sus defectos, logra transportarnos a un universo criminal vibrante y lleno de peligro.

Nota: 7/10