“Jovenes Incomprendidas” (Mean Girls) es mucho más que una comedia adolescente convencional; es un retrato agudo, divertido y sorprendentemente perspicaz de las dinámicas sociales y las presiones de la adolescencia. La película, dirigida con maestría por Greta Gerwig, no se limita a burlarse de las “popular girls”, sino que las desmantela con inteligencia, ofreciendo una mirada satírica y con un toque de melancolía sobre la búsqueda de identidad y el deseo de pertenecer.
El guion, adaptado de la obra teatral del mismo nombre de Suzan Sakai, es brillante. No se rehúye en mostrar las complejidades de las jerarquías escolares y los rituales absurdos de las chicas populares. La película consigue captar la atmósfera específica de un instituto privado de élite, con sus reglas implícitas, sus cotilleos y sus juegos de poder. El diálogo es rápido, ingenioso y lleno de referencias culturales que lo hacen contemporáneo y resonante para el público actual. La trama se desarrolla de forma orgánica, construyendo la tensión y el humor de manera gradual, evitando caer en clichés y ofreciendo giros inesperados que mantienen al espectador enganchado. Es notable cómo se utilizan elementos aparentemente triviales – la comida, la ropa, la música – para simbolizar las divisiones sociales y la búsqueda de estatus.
El reparto es impecable. Lindsay Lohan, en el papel de Cady, logra un equilibrio perfecto entre la inocencia inicial y la evolución posterior. Su personaje es vulnerable, genuino y, a la vez, sorprendentemente astuto. Rachel McAdams, como Regina George, ofrece una interpretación magistral, mostrando la fachada de perfección y la fragilidad subyacente de su personaje. Y Amanda Seyfried, como Janis, aporta un contrapunto perfecto con su actitud rebelde e irreverente. La química entre las cuatro protagonistas es palpable, lo que se traduce en momentos de humor y drama excepcionales. El resto del elenco secundario, aunque tiene menos protagonismo, también contribuye al éxito de la película, añadiendo matices y contrastes al mundo que se presenta.
La dirección de Greta Gerwig se distingue por su estilo visual, que combina elementos de la comedia con toques de dramatismo. Utiliza la cámara de manera dinámica, creando planos y encuadres que reflejan la energía y el caos del instituto. La banda sonora, compuesta por Jack Antonoff y Aaron Dessner, es fundamental para el tono de la película, mezclando canciones populares con composiciones originales que intensifican las emociones y el humor. La película no solo se burla de la adolescencia, sino que también explora temas como la autoestima, la identidad y la presión social, invitando a la reflexión sobre las consecuencias de la manipulación y la falta de empatía. ‘Jovenes Incomprendidas’ transciende el género de la comedia adolescente, ofreciendo una experiencia cinematográfica inteligente, entretenida y, en definitiva, conmovedora. Es una película que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han rodado.
Nota: 9/10