Juega Conmigo (2021)

“Juega Conmigo” se erige como una de esas películas de terror que, a pesar de no reinventar la rueda, consigue sumergirte en una atmósfera de inquietud palpable y suspense gradual. Dirigida por Chris Columbus, el responsable de “El sexto sentido” y “La casa del ciervo”, la película se apoya en la familiaridad de su estilo para generar una experiencia de ver cine que, aunque predecible en algunos aspectos, mantiene la tensión hasta el final.

El guion, adaptado de la novela de Riley Sager, se centra en la dinámica entre Sofía, interpretada con una vulnerabilidad convincente por Georgina Campbell, y los hermanos Elias y Caleb. La relación inicial entre la joven cuidadora y los niños, marcada por la desconfianza y el comportamiento problemático de los hermanos, sienta las bases para la escalada de terror que se desarrolla. La historia, si bien presenta elementos convencionales del género, se beneficia de un ritmo que evita las sobresaltos gratuitos, optando por construir la sensación de amenaza de manera progresiva. El guion no se preocupa por explicar el origen de la entidad maligna, lo cual, en mi opinión, es acertado; se centra en la experiencia de los personajes y en la lucha por sobrevivir. Sin embargo, podría haber explorado más a fondo la psicología de los niños y su relación con el aburrimiento y la necesidad de ser notados, lo que habría añadido una capa adicional a la trama.

Las actuaciones son sobresalientes, especialmente la de Georgina Campbell, quien transmite la inseguridad, el miedo y la creciente determinación de Sofía con una sutileza admirable. Ethan Hawke, como el padre de los niños, ofrece una actuación contundente y aterradora, dotando al personaje de una presencia amenazante y de un cierto aire de locura. El reparto infantil, compuesto por Owen Teague y Sadie Sink, aunque con papeles limitados, contribuye al peso emocional de la película. Sink, en particular, aporta una fragilidad conmovedora a su personaje, lo que intensifica la sensación de vulnerabilidad que impregna la narrativa.

La dirección de Columbus es, como suele ser habitual en su filmografía, pulida y elegante. Utiliza la iluminación y la fotografía para crear un ambiente opresivo y claustrofóbico, especialmente en la casa de campo, que se convierte en un personaje en sí mismo. El diseño de producción es impecable, logrando recrear la atmósfera de una vivienda abandonada, llena de secretos y con una energía inquietante. La banda sonora, compuesta por Michael North, es discreta pero efectiva, contribuyendo a la atmósfera de suspense sin resultar intrusiva. Sin embargo, en algunos momentos, el uso de efectos especiales, aunque decentes, podrían haber sido más innovadores, intentando evitar la estética ya tan común en el género.

A pesar de algunos convencionalismos y una cierta previsibilidad en la trama, "Juega Conmigo" ofrece una experiencia de terror psicológico efectiva y entretenida. La película se beneficia de la atmósfera opresiva, de las sólidas actuaciones y de la dirección cuidadosa de Chris Columbus. Es una película que, si bien no dejará una huella imborrable, sí consigue mantenerte en vilo hasta el final y te hace reflexionar sobre la naturaleza del miedo y la fragilidad de la mente humana.

Nota: 7/10