Juego de manos (2016)

“Juego de manos” no es una película que redefine el género de superhéroes, pero sí logra un encanto singular gracias a su enfoque personal y a la sólida actuación de Jacob Latimore. La película se presenta como un drama adolescente con toques de acción y ciencia ficción, y aunque el concepto –un chico con poderes telequinéticos que intenta rescatar a su hermana– no es revolucionario, la forma en que se ejecuta lo convierte en una experiencia entretenida, aunque a veces predecible.

La dirección de Anthony Mandler es funcional, pero carece de la audacia y el lirismo que podrían haber elevado la película. Se centra en la atmósfera de Los Ángeles, mostrando la dura realidad de la vida callejera a través de planos urbanos, tomas nocturnas y una paleta de colores que refleja la tensión y la melancolía de la historia. No obstante, a veces la película se pierde en descripciones extensas que ralentizan el ritmo, especialmente durante las escenas de desarrollo del personaje de Bo. La música, sin embargo, es un elemento fuerte que acompaña a la perfección las emociones de la trama, utilizando una mezcla de hip-hop, R&B y electrónica que refuerza la identidad adolescente del protagonista.

Sin duda, el corazón de la película reside en la interpretación de Jacob Latimore. Su papel como Bo es excepcionalmente convincente. Latimore transmite con creíble intensidad la carga de la responsabilidad, el miedo y la determinación de un chico que se ve forzado a madurar demasiado pronto. Su evolución como personaje, desde un joven vulnerable a un héroe decidido, es el motor principal de la trama y se ve reflejada en su mirada y en su forma de moverse frente a la cámara. Las escenas de telequinesis están bien coreografiadas y visualmente impactantes, pero siempre centradas en el arco emocional del personaje. Las actuaciones de los secundarios son competentes, pero no alcanzan el mismo nivel de profundidad que la interpretación de Latimore.

El guion, aunque sólido en su estructura narrativa, presenta algunos momentos de cliché y diálogos a veces forzados. La trama se desarrolla de manera predecible y las motivaciones de algunos personajes, especialmente los criminales, no están del todo bien desarrolladas. Sin embargo, el tema central de la familia y la importancia de la responsabilidad es universal y resuena con fuerza. La película aborda la pobreza, la violencia y el sistema judicial de manera sensible, aunque sin profundizar demasiado en sus causas y consecuencias. La idea de que los poderes de Bo se manifiesten en momentos críticos, impulsados por la necesidad de proteger a su hermana, es ingeniosa y añade una capa de complejidad a la historia.

A pesar de sus imperfecciones, "Juego de manos" es una película con un punto de vista fresco y una energía juvenil que la distinguen de otras producciones del género. Su enfoque en la relación entre hermanos y la representación de la vida en Los Ángeles la convierten en una propuesta interesante para aquellos que buscan algo diferente. No es una obra maestra, pero sí una película que sabe conectar con el espectador a través de sus personajes y sus emociones.

Nota: 6.5/10