“Juego Secreto” es una película que, a primera vista, parece un cliché de la comedia familiar con toques de ciencia ficción. Sin embargo, tras un análisis más profundo, se revela como una pequeña joya que, a pesar de su premisa sencilla, logra generar momentos genuinos de humor y, sorprendentemente, cierta profundidad emocional. La película se centra en Davey, un niño que lidiando con la reciente pérdida de su madre y la distancia de su padre, encuentra refugio en la creación de "Max", un superagente secreto que habitualmente interactúa con él a través de su consola de videojuegos.
La dirección de Daniel Espinosa es sólida y mantiene un equilibrio crucial entre lo cómico y lo dramático. No se toma a la historia demasiado en serio, permitiendo que el humor resalte sin que se sienta forzado. Espinosa domina el ritmo de la película, aprovechando la inocencia de la perspectiva infantil para crear situaciones absurdas y cómicas que, paradójicamente, funcionan bien al ser interpretadas con una cierta sensibilidad. Aunque carece de la ambición visual de algunos grandes directores, su enfoque en la narrativa y la caracterización de los personajes es, en definitiva, eficaz.
Las actuaciones son uno de los puntos fuertes de la película. Jacob Tremblay, el joven protagonista, ofrece una interpretación sorprendentemente madura para su edad. Su interpretación de Davey es honesta y convincente, capturando perfectamente la vulnerabilidad y la necesidad de un niño que intenta lidiar con la pérdida y la soledad. El resto del elenco, incluyendo a Mark Strong como el agente británico infiltrado, también realiza un trabajo excelente, contribuyendo a la credibilidad de la historia y a la dinámica familiar. Mark Strong, en particular, aporta una presencia imponente y un toque de elegancia que contrasta maravillosamente con la situación absurda en la que se encuentra.
El guion, aunque no es obra maestra, cumple su función. La trama se desarrolla de manera fluida y mantiene al espectador enganchado gracias a sus giros inesperados y sus momentos cómicos. No obstante, hay algunos momentos que podrían haberse pulido más, especialmente en el desarrollo de la relación entre Davey y Max. Si bien la dinámica entre los dos es divertida, a veces se siente un poco superficial. La película explora temas como el duelo, la soledad y la importancia del vínculo familiar, pero lo hace de una manera sutil y, en general, exitosa. La idea de que la realidad y la fantasía se mezclan cada vez más en la vida de un niño es planteada de manera inteligente, reflejando la dificultad de los niños para procesar emociones complejas.
En definitiva, "Juego Secreto" es una comedia familiar bien construida que, a pesar de su premisa sencilla, ofrece entretenimiento, momentos de humor genuino y un toque de reflexión. No es una película que dejará una huella imborrable en la historia del cine, pero es una película agradable y bien hecha que merece la pena ver, especialmente para aquellos que buscan una película ligera y entretenida para toda la familia.
Nota: 7/10