Jumanji: Siguiente nivel (2019)

“Jumanji: Siguiente nivel” no busca reinventar la rueda, ni siquiera la jaula. Es, en esencia, una secuela consciente de la original, aunque ahora con una dosis extra de nostalgia y, para algunos, un aire de déjà vu bastante pronunciado. El cambio de reparto, la premisa de los personajes intercambiándose dentro del juego, es el núcleo de la película y, en gran medida, su mayor fortaleza y debilidad a la vez. La idea es ingeniosa y abre la puerta a una gran variedad de situaciones cómicas, especialmente al observar cómo un joven gamer neurótico como Toki (Zendaya) se enfrenta a las responsabilidades de un héroe musculoso y, aparentemente, ingenuo como Alex (Kevin Hart).

La dirección de Jake Kasdan se mantiene en un tono ligero y desenfadado, priorizando el humor y la acción. No intenta ser profunda ni reflexiva, lo cual es, probablemente, lo más sensato. El ritmo es ágil y las escenas de acción, aunque visualmente competentes, no alcanzan un nivel de espectacularidad que la convierta en una película que destaque entre los blockbusters de aventura. Sin embargo, la película funciona bien como una escapada divertida y entretenida, ideal para una tarde de cine en familia o con amigos.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Zendaya aporta una mezcla perfecta de sarcasmo y vulnerabilidad como Toki, y la química entre ella y John Cena (como el gigante y musculoso Porter) es uno de los puntos fuertes de la película. Jack Black, como el sabio y (a veces) exasperado Jeeves, continúa siendo un alivio cómico recurrente y competente. Pero la verdadera estrella, sin duda, es Kevin Hart. Su interpretación de Alex es hilarante y, a menudo, la película se centra en sus intentos de adaptarse a la vida de un héroe, con resultados desastrosos pero tremendamente divertidos. La comedia física de Hart es aprovechada al máximo y le permite brillar.

El guion, como se esperaba, es convencional y no sorprende en absoluto. Los diálogos son ingeniosos en algunos momentos, pero también abundan los clichés del género de aventura. La trama, aunque entretenida, es predecible y las motivaciones de algunos personajes podrían haber sido exploradas con mayor profundidad. El tema central de la importancia de aceptar tus debilidades y superar tus miedos, aunque presente, se presenta de manera superficial. La historia de por qué los personajes se quedan atrapados en el juego y la naturaleza del “Siguiente nivel” son elementos interesantes, pero su resolución es algo apresurada y no añade mucha sustancia a la narrativa.

No obstante, “Jumanji: Siguiente nivel” se beneficia de la nostalgia y de la familiaridad con el universo original. La película evoca los recuerdos de la primera película, pero sin caer en la parodia excesiva. La banda sonora, con sus explosiones de pop y rock de los 80, también contribuye al ambiente festivo y nostálgico. En definitiva, es una secuela correcta, entretenida y sin pretensiones, que cumple su cometido de ofrecer una aventura divertida y llena de momentos cómicos. No es una obra maestra, pero sí una película que sabe cómo divertir y recordar.

Nota: 6.5/10