“Jungle Cruise” es una película que llega con la curiosidad de una atracción de Disney, y en gran medida, cumple con las expectativas. La película, dirigida por Jaume Collet-Serra, se presenta como una aventura subversiva y llena de energía, un escape a la selva amazónica que, aunque no siempre logra despegar por completo, ofrece momentos de puro entretenimiento. La cinta, basada en la popular atracción de los parques de Disney, se centra en la relación entre Frank ( Dwayne Johnson ) y Lily ( Emily Blunt ), dos individuos unidos por una búsqueda inusual: el descubrimiento de un árbol legendario con propiedades medicinales. A primera vista, la premisa es sencilla, pero Collet-Serra se permite jugar con ella, construyendo una narrativa llena de giros inesperados y situaciones absurdas que, en el fondo, funcionan sorprendentemente bien.
Dwayne Johnson, como siempre, ofrece una presencia imponente y un carisma innegable. Su Frank es un capitán con un pasado turbio, un tipo duro pero con un corazón noble. Johnson sabe cómo balancear la acción con el humor, y su química con Emily Blunt es uno de los puntos fuertes de la película. Blunt, por su parte, aporta una elegancia y un sarcasmo muy necesarios al personaje de Lily, una científica decidida a demostrar su valía en un mundo dominado por hombres. La dinámica entre ambos es el núcleo de la comedia, y el guion hace un buen trabajo al explorar sus diferentes personalidades y la tensión que surge de su improbable colaboración.
El guion, aunque a veces se siente un poco forzado, logra mantener un ritmo frenético que atrapa al espectador. Las escenas de acción son coreografiadas de forma dinámica y visualmente atractivas, aprovechando al máximo la locación en la selva. Sin embargo, el guion se complica con algunos diálogos que son innecesariamente exagerados y elementos de trama que parecen sacados directamente de un libro de clichés de aventura. La amenaza alemana, interpretada por Édgar Ramírez, cumple su función de antagonista, pero carece de profundidad y no llega a ser realmente memorable.
Visualmente, la película es un festín. La cinematografía de Stijn Van Waesenberg es impactante, capturando la inmensidad y la belleza de la selva amazónica. Los efectos especiales son decentes, aunque no revolucionarios, y contribuyen a crear un ambiente de aventura auténtico. La banda sonora, con ritmos latinos y electrónicos, es una pieza fundamental para el tono de la película, empujando la energía de la acción y las secuencias de persecución. En general, "Jungle Cruise" es una película divertida y entretenida, que no pretende ser una obra maestra, pero que ofrece una experiencia cinematográfica sólida, especialmente si se la toma con una actitud desenfadada y se disfruta de las locuras que ofrece la propia película.
Nota: 6.5/10