Justin Bieber: Believe (2013)

“Justin Bieber: Believe” no es simplemente un documental sobre el ascenso de un adolescente a la fama; es una ventana, a menudo incómoda y, a veces, descorazonadora, a la psique de un joven inmerso en el torbellino mediático. El documental, dirigido por Kane Korver, se adentra en la vida de Bieber en 2010, un momento crucial de su carrera, inmediatamente posterior a su inesperto ascenso a la fama gracias a Vine y YouTube. La película no busca glorificar la trayectoria de Bieber, sino ofrecer una visión cruda y, en ocasiones, perturbadora de la presión, la soledad y la confusión que acompañaron ese cambio radical.

La dirección de Korver es la clave del éxito del documental. Evita caer en la autocompasión o la voyerismo barato. Se centra en los momentos de vulnerabilidad de Bieber, en sus dudas, en su anhelo de normalidad. La película está repleta de imágenes impactantes, como la soledad de Bieber en un hotel de lujo, rodeado de personal que lo adora, pero que al mismo tiempo lo mantiene a distancia. La banda sonora, compuesta por el propio Bieber y colaboraciones musicales, complementa perfectamente la atmósfera, subrayando los momentos de euforia y la desesperación subyacente.

La actuación de Bieber es, sin duda, el punto central del documental. El joven artista se muestra sorprendentemente honesto y vulnerable, aunque a veces también se siente un poco forzado por la situación. No se pretende que el espectador lo simpatice, sino que comprenda la dificultad de su situación. La película deja claro que el éxito repentino viene acompañado de una pérdida de control, de una desconexión con la realidad y una necesidad constante de validación externa. Las entrevistas a su familia y amigos ofrecen un contexto valioso, mostrando la preocupación de sus seres queridos por su bienestar.

El guion, aunque no es particularmente complejo, cumple su propósito de manera efectiva. Se centra en la narrativa de la transformación de Bieber, documentando su viaje desde la inocencia juvenil hasta la figura pública compleja que conocemos. Sin embargo, la película no profundiza demasiado en las causas de su éxito. Se da por sentado el fenómeno “belieber”, mostrando la magnitud de su base de fans, pero sin explicar en profundidad la conexión emocional que sienten por el artista. Se centra más en las consecuencias de ese éxito. La película, en definitiva, se convierte en un estudio de caso sobre el impacto de la fama y la presión social, ofreciendo una perspectiva interesante, aunque no exhaustiva, sobre la vida de una de las figuras más emblemáticas de la cultura pop del siglo XXI.

Nota: 7/10