Kaappari (2013)

“Kaappari” no es una película que se olvida fácilmente. Esta producción finlandesa, ambientada en 1978, se atreve a explorar la psique de un hombre desbordado, mostrando no tanto la acción heroica o el suspense en tiempos reales, sino la lenta y aterradora desintegración de Aarno Lamminparras, interpretado magistralmente por Kari Hietalahti. La película se centra en la escalada de este individuo, un empleado bancario con una vida personal en ruinas, hasta que toma la decisión audaz e insensata de secuestrar un avión. Lo que sigue no es un thriller convencional, sino una profunda inmersión en el territorio del aislamiento y la desesperación.

La dirección de Mika Mäkilahti es sólida y, en ocasiones, inquietantemente sutil. Evita caer en clichés y se concentra en crear una atmósfera de tensión palpable, utilizando principalmente el silencio y la mirada para transmitir el estado emocional del protagonista. El film evita excesivos efectos especiales o explosiones; la verdadera fuerza reside en la representación cruda de la soledad y la incomunicación. La película no busca justificar la acción de Lamminparras, sino mostrar las complejas razones que lo llevan a ella, desvelando gradualmente la fragilidad de su mente. Esto se consigue gracias a la fotografía, con tonos grises y azules predominantes que reflejan la oscuridad emocional del protagonista y el ambiente opresivo del vuelo.

Las actuaciones son, en general, excepcionales. Hietalahti ofrece una interpretación excepcionalmente realista, transmitiendo con convicción la desintegración mental de Lamminparras. Su mirada, su postura, la forma en que se mueve, todo revela la angustia y el vacío que lo consumen. Aake Kalliala y Hannu-Pekka Björkman complementan la película con personajes secundarios que, aunque menos desarrollados, aportan matices y ofrecen una visión de las consecuencias del acto del secuestro, tanto para el personal del vuelo como para la sociedad en general. La rivalidad entre el capitán Vatanen, interpretado por Jussi Vatanen, y Lamminparras genera un tenso enfrentamiento que constituye uno de los momentos más memorables de la película.

El guion, aunque no carente de momentos de incertidumbre y quizás un poco lento para algunos espectadores, se caracteriza por su honestidad brutal. La película no ofrece soluciones fáciles ni moralizantes. Simplemente expone la realidad de un hombre que ha perdido el control, un hombre que, en un acto de desesperación, intenta, sin éxito, llamar la atención. La película plantea preguntas incómodas sobre la salud mental, la vulnerabilidad humana y las consecuencias de la alienación. No se trata de un entretenimiento ligero; es una experiencia cinematográfica que te obliga a reflexionar y a cuestionar tus propias convicciones.

En definitiva, “Kaappari” es una película valiente, original y profundamente conmovedora. Una obra que, a pesar de su premisa turbia, ofrece una mirada perspicaz a la condición humana, siempre que estés dispuesto a confrontar la oscuridad.

Nota: 8/10