Kalabang Mortal Ni Baby Ama (1992)

“Kalabang Mortal Ni Baby Ama” es, sin duda, una experiencia cinematográfica que se aleja decididamente del circuito comercial convencional, pero que, a pesar de sus evidentes limitaciones técnicas, ofrece una dosis particular de humor y un encanto peculiar. La película, dirigida por [Agregar nombre del director si se conoce], se atreve a presentar una narrativa sorprendentemente desinhibida, que nos confronta a un protagonista, Jeric Raval, que se encuentra en una situación profundamente cómica y, a la vez, lamentable. La premisa inicial –un joven amenazando a un anciano con un machete en busca de dinero para su hermana– es de por sí absurda, y la película se beneficia enormemente de su capacidad para abrazar esa locura desde el principio.

La dirección de Raval, quien también interpreta a Bok, es notable por su habilidad para mantener el ritmo trepidante de la trama. La película no se toma en serio a sí misma, ni siquiera demasiado, y esa libertad creativa se traduce en situaciones de genuino absurdo que, paradójicamente, funcionan sorprendentemente bien. Sin embargo, hay momentos en los que el ritmo se ralentiza un poco, y la película necesita más pulido para mantener la atención del espectador. La banda sonora, aunque minimalista, contribuye a la atmósfera general de la película, reforzando la sensación de caos y humor. La inclusión, de forma repentina y casi accidental, de actores como John Regala, Willie Revillame y Cristina Gonzales, si bien resulta extraña, aporta un elemento de imprevisibilidad que sorprende y, en cierto modo, funciona como una broma inesperada dentro de la propia trama.

El guion, no obstante, es donde la película presenta sus mayores problemas. La historia carece de profundidad y, a menudo, los diálogos son bastante forzados y poco naturales. Si bien la idea central es intrigante, la ejecución queda por debajo de lo esperado. Sin embargo, las actuaciones, en su mayoría, son sólidas. Jeric Raval encarna a Bok con una mezcla de desesperación, vulnerabilidad y un toque de picardía que resulta convincente. El resto del elenco, incluyendo a los cameos, aprovecha al máximo la oportunidad para ofrecer interpretaciones caricaturescas y entretenidas, entregando comedia física y momentos memorables. La actuación de Willie Revillame, en particular, es destacable por su exuberancia y descarada alegría.

En definitiva, “Kalabang Mortal Ni Baby Ama” no es una obra maestra cinematográfica, pero sí una película que ofrece un entretenimiento ligero y, a veces, muy divertido. Su imprevisibilidad, las actuaciones solidas y el torbellino de situaciones absurdas la convierten en una opción interesante para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica diferente, sin pretensiones y llena de gags inesperados. No es una película que te cambiará la vida, pero te hará reír, y eso, en estos tiempos, es más que suficiente.

Nota: 6/10