Kenny (2006)

“Kenny”, la película de Gene Dickerson, es una sorpresa agradable, una comedia peculiar que se aferra a lo absurdo con una firmeza sorprendente. La película se centra en la peculiar vida de Kenny Smyth (interpretado con una actuación magistral de Shane Jacobson), un hombre de negocios que ha encontrado su nicho en el mundo de la limpieza y mantenimiento de fosas sépticas. Lejos de ser una profesión que incite al tedio, Dickerson convierte la tarea en una fuente constante de humor físico y verbal, explorando las excentricidades de un hombre que, a pesar de su peculiar oficio, busca el éxito y el reconocimiento.

La dirección de Dickerson es funcional, pero efectiva. No se preocupa por efectos visuales grandilocuentes o narraciones complejas, sino que se centra en la construcción del personaje y en la creación de situaciones cómicas a partir de lo cotidiano. El ritmo es pausado, permitiendo que el espectador se sumerja en el mundo de Kenny y sus clientes, cada uno con sus propias particularidades. La película se siente como un retrato de una comunidad, un microcosmos de vidas y costumbres, donde la limpieza de fosas sépticas se convierte en un símbolo de la conexión y la responsabilidad social.

Sin embargo, la verdadera joya de “Kenny” es la actuación de Shane Jacobson. Jacobson no solo imita la peculiaridad del personaje; la encarna completamente. Su Kenny es torpe, apasionado, desvergonzado y sorprendentemente encantador. Su carisma es innegable, y sus interacciones con los demás personajes, desde los clientes exasperados hasta los competidores locales, son hilariantes y, a veces, conmovedoras. La comedia física está bien equilibrada con momentos de genuina emoción, y Jacobson logra transmitir la ambición y la vulnerabilidad de Kenny con una sutileza sorprendente.

El guion, escrito por Dickerson y Jim Breen, es donde la película realmente brilla. Está repleto de diálogos ingeniosos y situaciones inesperadas. La trama, aunque sencilla, está bien estructurada y mantiene el interés del espectador. La película también logra abordar temas más profundos, como la importancia de la comunidad, la perseverancia y la búsqueda de la felicidad, sin caer en la moralina. Las referencias a la cultura popular americana, especialmente en el contexto de la International Pumper and Cleaner Expo, añaden un elemento de autenticidad y diversión.

En definitiva, “Kenny” es una comedia que se aleja de las fórmulas establecidas. Es una película honesta, divertida y, sobre todo, original. No busca ser grandiosa; simplemente se ofrece a ser entretenida y, en ese sentido, cumple su cometido con una eficacia notable. Es una película que te dejará con una sonrisa en la cara y, tal vez, una nueva perspectiva sobre la vida, y sobre lo que realmente importa.

Nota: 7.5/10