Kicking and Screaming (1995)

“Kicking and Screaming” es una comedia dramática de 1980 que, a primera vista, podría parecer otra entrega más en el género de las comedias sobre la transición a la vida adulta. Sin embargo, bajo la superficie de situaciones cómicas y diálogos a veces forzados, se esconde una película sorprendentemente honesta y con un fuerte componente emocional. Dirigida por Herbert Cooper, la película se centra en un grupo de compañeros de clase que, tras la graduación, se ven atrapados en una red de amistades, resentimientos y promesas incumplidas, incapaces de encontrar su lugar en el mundo.

La dirección de Cooper es sólida, aunque carente de la grandilocuencia de algunos de sus contemporáneos. Se permite un ritmo pausado, dando tiempo a que la tensión entre los personajes se manifieste de manera gradual y orgánica. No se apresura a las risas, confiadamente permite que la incomodidad y el desasosiego de los graduados se traduzcan en momentos genuinos de humor negro y sarcasmo. La ambientación, la Universidad de Pensilvania, contribuye a crear una atmósfera de confinamiento y frustración, resaltando el sentimiento de estar estancados y sin rumbo.

El reparto es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Steve Martin, en un papel que claramente le otorga libertad para explorar diferentes facetas de su talento, ofrece una interpretación particularmente brillante. Se aleja de la slapstick que lo llevó a la fama, y se muestra como un personaje complejo, vulnerable y con una profunda incapacidad para conectar emocionalmente. Los acompañan un elenco de secundarios igualmente convincentes, con especial mención a Robert Downey Jr., quien demuestra una madurez actoral que prefiguraba su futuro éxito. Las interacciones entre los personajes son tensas y a menudo conflictivas, pero también revelan una cierta lealtad y un cariño que trasciende las frustraciones.

El guion, co-escrito por Martin y Cooper, no es una obra maestra, pero sí cumple su cometido. Los diálogos son directos y a menudo mordaces, reflejando la comunicación torpe y a veces dolorosa entre jóvenes que se enfrentan a la incertidumbre del futuro. La película evita los clichés del género, proponiendo una visión realista y sin adornos de las dificultades de la transición a la vida adulta: la falta de propósito, la dependencia emocional, la dificultad para romper con el pasado y la búsqueda de la identidad. La comedia emerge, precisamente, de la confrontación honesta de estas problemáticas, en lugar de forzarse con situaciones absurdas o gags innecesarios.

Si bien “Kicking and Screaming” no es una película que vaya a cambiar el cine, sí es una comedia dramática con matices, con un gran valor narrativo y actoral. Es una reflexión agridulce sobre la amistad, la dependencia y la dificultad de madurar, ofreciendo una perspectiva fresca y provocadora en un momento en que el género de las comedias sobre la juventud estaba dominado por fórmulas más convencionales. Es una joya poco conocida que merece ser redescubierta.

Nota: 7/10