Para concluir, Kill Bill: Volumen 1 es una película impresionante que logra capturar con eficacia el carácter ambiguo de su protagonista y sus sentimientos contradictorios. La dirección de Tarantino, el guion y las actuaciones son excepcionales y merecen ser vistas por todos los amantes del cine. Es una obra maestra del género de la acción y el cómic que mezcla la violencia con el humor y la misteriosa trama con un tono desafiantemente irreverente.
Kill Bill: Volumen 1 (2003)
(EN) · Acción, Crimen · 1h 51m
La sangrienta historia de una venganza
Sinopsis de Kill Bill: Volumen 1
Uma Thurman es una asesina que, el día de su boda, es atacada por los miembros de la banda de su jefe, Bill (David Carradine). Logra sobrevivir al ataque, aunque queda en coma. Cinco años después despierta con un trozo de metal en la cabeza y un gran deseo de venganza en su corazón.
Ficha técnica
Kill Bill: Vol. 1
EN
Lawrence Bender, Katsuji Morishita
Reparto principal de Kill Bill: Volumen 1
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Kill Bill: Volumen 1.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de Kill Bill: Volumen 1
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
Críticas de la película
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Quentin Tarantino ha redefinido el género de acción con 'Kill Bill: Volumen 1', una película que no solo es un homenaje visceral a las películas de artes marciales, el cine negro y el spaghetti western, sino también una exploración profunda de la pérdida, la memoria y la búsqueda de la justicia. La película, estrenada en 2003, se presenta como una explosión estilística que, a pesar de su aparente locura, se basa en una narrativa central sorprendentemente potente. El enfoque en Uma Thurman como Beatrix Kiddo, una antigua asesina profesional, es lo que la convierte en una experiencia cinematográfica singular.
Thurman ofrece una actuación magistral, transmitiendo con una intensidad palpable el dolor, la furia y el trauma que ha sufrido Beatrix. Su transformación, tanto física como emocional, a lo largo de la película es impresionante y se ve magnificada por la dirección de Tarantino. El director, en su mejor momento, maneja el ritmo con una precisión asombrosa. Las escenas de acción son frenéticas, pero también están imbuidas de una estética particular, con una coreografía brutal y una banda sonora que recuerda a los westerns de Sergio Leone, creando un contraste efectivo y memorable. La película no se limita a mostrar la violencia; la explora como un reflejo del dolor y la necesidad de venganza. La dirección de montaje es crucial en este sentido, utilizando cortes rápidos y disonantes para enfatizar la intensidad de los combates.
El guion, escrito por Tarantino y Robert Rodriguez, es, como suele ser habitual en su obra, una amalgama de referencias y homenajes. La película se alimenta de una amplia gama de influencias, desde la película de kung fu “La Estrella de la Muerte” hasta el cine negro clásico, pasando por las novelas de Raymond Chandler. Si bien algunas de las referencias pueden sentirse un tanto forzadas en ocasiones, la estructura narrativa, aunque a veces predecible, mantiene al espectador enganchado. La película no se prende en la simple idea de la venganza; explora las consecuencias de los actos pasados y el impacto que éstos tienen en el presente y el futuro. Los personajes secundarios, aunque menos desarrollados, añaden color y complejidad al universo de la película, y actores como David Carradine, Daryl Hannah y Lucy Liu ofrecen interpretaciones sólidas y memorables.
En definitiva, 'Kill Bill: Volumen 1' es una película que merece la pena ver más allá de su estética llamativa. Es un ejercicio creativo audaz y original que demuestra la capacidad de Tarantino para reimaginar géneros y crear historias que sean tanto divertidas como reflexivas. La película es un testimonio del poder del cine para evocar emociones fuertes y provocar el debate. No es perfecta, claro está, pero su impacto en la cultura popular es innegable, y sigue siendo, a día de hoy, un clásico del cine de acción.
Nota: 8.5/10
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