Kit Kittredge: Sueños de periodista (2008)

“Kit Kittredge: Sueños de periodista” no es una película que grita por la pantalla, pero sí que consigue resonar en el corazón del espectador. Dirigida por Andrew Nelisse, la película se sumerge en la dura realidad de la Gran Depresión a través de los ojos de Kit (Breslin Emery), una niña excepcionalmente inteligente y decidida que, a pesar de su edad, anhela desesperadamente publicar sus escritos en el periódico local, el *Boston Globe*. La película no se centra en la grandilocuencia de la crisis económica, sino que se centra en la lucha cotidiana por la supervivencia, la pobreza y la persistencia del espíritu humano en medio de la adversidad.

Breslin Emery, como Kit, ofrece una actuación sutil pero profundamente conmovedora. La joven actriz transmite con una naturalidad absoluta la inteligencia precoz, la sensibilidad y la perseverancia de la protagonista. Su mirada es el centro de la película, un espejo que refleja la esperanza y la vulnerabilidad de una niña que lucha por encontrar su voz en un mundo que a menudo la ignora. La química entre Emery y su abuelo, interpretado por David Strathairn, es palpable. Strathairn, con su habitual dignidad y calma, crea un personaje paternal que aporta una fuerza y un afecto incondicional a la vida de Kit, convirtiéndose en su mentor y protector. La relación entre ambos es el núcleo emocional de la película, un testimonio silencioso del poder del amor y la familia.

El guion, adaptado de la novela homónima de Cornelia Fehl, es deliberadamente austero. No hay grandes momentos espectaculares, ni diálogos brillantes. En su lugar, la película se basa en la observación minuciosa de las pequeñas acciones y gestos que definen la vida de la familia Kittredge. La dirección de Nelisse consigue crear una atmósfera melancólica pero no excesivamente pesimista. El film se sumerge en la fotografía en tonos grises y ocres, evocando la dureza de la época, sin caer en el melodrama. El ritmo es pausado, permitiendo que el espectador se identifique con la lucha de los personajes y se conecte con sus emociones. La película no pretende ofrecer respuestas fáciles o conclusiones definitivas; más bien, plantea preguntas sobre la importancia de la educación, la creatividad y el valor de las aspiraciones personales, incluso en tiempos difíciles. El tratamiento de la pobreza no es sentimentalista, sino realista y respetuoso, mostrando las dificultades de la supervivencia con una dignidad que evita la explotación de la miseria.

A pesar de su simplicidad, “Kit Kittredge: Sueños de periodista” es una película que invita a la reflexión. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la determinación pueden florecer. Es una historia sobre la importancia de la perseverancia y la defensa de los sueños, y sobre el poder transformador de la educación. La película no es un entretenimiento ligero, pero sí que posee una profundidad emocional y una belleza melancólica que la hacen memorable.

Nota: 7.5/10