KKN di Desa Penari (2022)

“KKN di Desa Penari” se presenta como una experiencia cinematográfica que va más allá del simple entretenimiento, consolidándose como un thriller psicológico que susurra inquietud y luego grita con violencia. La película, basada en una leyenda urbana indonesia, logra crear una atmósfera de constante tensión, aprovechando al máximo el entorno rural y aislado del pueblo donde se desarrolla la trama. La dirección de sutilezas de Hanung Rahmadi es fundamental: nunca se siente que está forzando la tensión, sino que la deja crecer orgánica y visceral a través de la caracterización de los personajes y el diseño del sonido. La película se beneficia enormemente del uso del sonido, creando un panorama auditivo que oscila entre el silencio opresivo del bosque y los aullidos perturbadores que acompañan a los eventos sobrenaturales.

Las actuaciones son, en general, sobresalientes. Aghniny Haque como Adinda Thomas ofrece una interpretación convincente, transmitiendo la gradual pérdida de la cordura y el miedo genuino que experimenta su personaje. La química entre ella y Tissa Biani Azzahra, como Tisa, es palpable, y sus interpretaciones, aunque a veces un tanto exageradas, contribuyen a la sensación de desesperación que invade la película. No obstante, la actuación de Biani podría haber sido más sutil, evitando a veces momentos que parecían forzados por la necesidad de mostrar el terror. Sin embargo, la película se libra de un exceso de melodrama, y la tensión se construye de manera eficiente gracias a la dirección. La dinámica entre los personajes, sus inseguridades y sus relaciones, se revelan progresivamente, añadiendo capas de complejidad a la historia.

El guion, aunque presenta algunas convenciones del género, destaca por su desarrollo gradual de la trama. El respeto por la leyenda que inspira la película es evidente, y el uso de la cultura y las creencias locales como elementos centrales de la narrativa es inteligente. Se evita caer en clichés del terror, y la película se centra en la psicología de los personajes y el impacto psicológico de lo que experimentan. El secreto que se revela a medida que avanza la historia es particularmente efectivo, generando una sensación de que nada es lo que parece. Aunque algunos diálogos son un poco torpes, la historia en sí es absorbente y te mantiene enganchado hasta el final, con un ritmo bien medido que permite que la tensión se acumule hasta el clímax. La película juega con la idea de la inocencia perdida y las consecuencias de la curiosidad, explorando las vulnerabilidades humanas ante lo desconocido.

La película no pretende ser una obra maestra del cine de terror. Su objetivo principal reside en ofrecer una experiencia inquietante y memorable, basada en el miedo a lo que no se puede comprender. “KKN di Desa Penari” es un recordatorio de que, a veces, la verdad es más aterradora que cualquier monstruo imaginario. La banda sonora, complementaria al ambiente, contribuye a la atmósfera claustrofóbica y opresiva. En definitiva, es un thriller psicológico que, aunque no revolucionario, merece la pena ser vista por aquellos que buscan una experiencia de terror que se centre más en la atmósfera y la tensión psicológica que en los efectos especiales grandilocuentes.

Nota: 7.5/10