Klara y el misterio de las semillas mágicas (2023)

“Klara y el misterio de las semillas mágicas” es una película que, a pesar de su premisa ingeniosa, no logra alcanzar el potencial que sugiere su intrincada trama. Dirigida por режиссер Jørn Lien Esfeldt, la película se sitúa en un paisaje noruego rural donde la desesperación por la sequía y la desolación agrícola amenaza con condenar la comunidad de Cattle Hill. La introducción, con la presentación de Klara, un robot androide experimental, introduce una capa de complejidad emocional a un drama rural con un toque de ciencia ficción, un elemento que se mantiene consistentemente a lo largo de la narrativa.

La actuación de Henriette Faye-Schjøll como Klara es, sin duda, el punto fuerte de la película. Su interpretación es sutil y matizada, logrando transmitir la curiosidad, la creciente comprensión de las emociones humanas y la empatía de Klara de manera convincente. La química entre Klara y el excéntrico Gaute, interpretado por Mats Eldøen, es palpable y genera momentos de humor genuino en medio de la tensión dramática. Eldøen aporta una vitalidad inesperada al personaje, que contrasta de forma efectiva con la naturaleza robótica de Klara. Sin embargo, las interpretaciones de los secundarios, aunque competentes, no logran el mismo impacto.

El guion, a pesar de tener una premisa fascinante, exhibe algunas debilidades. El ritmo es, en ocasiones, irregular, con momentos de gran tensión interrumpidos por secciones menos convincentes. La resolución del misterio, aunque satisfactoria, se siente un poco apresurada, con ciertas explicaciones que parecen forzadas. La película se apoya en un clichero del “robot que aprende a sentir”, pero lo explora con una profundidad que podría haber sido mucho mayor. La idea de las “semillas mágicas” y su potencial para salvar la tierra se siente un poco vaga y no se profundiza lo suficiente en las implicaciones científicas o éticas de su uso. Si bien la película plantea preguntas sobre la inteligencia artificial y la conexión humana, no las examina con la seriedad que merecen.

Visualmente, “Klara y el misterio de las semillas mágicas” es atractiva, con paisajes noruegos impresionantes que se combinan con un diseño de producción detallado. La película utiliza el entorno rural como un personaje más, reflejando el estado de desesperación y esperanza de los habitantes de Cattle Hill. La banda sonora, a pesar de ser discreta, complementa la atmósfera de la historia. Sin embargo, la película podría haber beneficiado de una edición más pulida y una mayor atención al detalle en la construcción de los personajes secundarios. La trama, aunque entretenida, carece de la complejidad emocional y la profundidad psicológica que podrían haberla elevado a un nivel superior. Es una película que, en definitiva, ofrece entretenimiento de acción, pero no deja un impacto duradero.

Nota: 6/10